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Descifran el enigma de la extinción del simio más grande de todos los tiempos

Investigadores revelan las causas detrás de la desaparición del mayor simio conocido, basándose en un estudio detallado de fósiles encontrados en China.

El Gigantopithecus blacki, conocido como el simio más grande de todos los tiempos, se extinguió hace entre 295.000 y 215.000 años, según un estudio reciente.

Esta especie, que habitó Asia, alcanzó una altura aproximada de tres metros y un peso de hasta 300 kg.

El descubrimiento inicial de esta especie provino de Hong Kong, China.

Gustav Heinrich Ralph von Koenigswald, un antropólogo alemán, identificó por primera vez los fósiles que se vendían como «dientes de dragón» y que más tarde se revelaron como pertenecientes a Gigantopithecus.

A pesar de su tamaño imponente, los restos fósiles de Gigantopithecus son limitados, incluyendo sólo cuatro mandíbulas relativamente completas y cerca de 2,000 dientes aislados.

La ausencia de huesos postcraneales en el registro fósil ha dificultado la comprensión completa de sus características y comportamientos.

Qué arrojó la investigación

Un equipo de investigadores ha publicado recientemente un análisis exhaustivo de los fósiles de Gigantopithecus en la revista Nature.

Utilizando técnicas radiométricas avanzadas para datar los fósiles y los depósitos sedimentarios en los que se encontraron, han logrado ofrecer una visión más clara sobre la cronología de la especie.

Los análisis del fósil y los restos de carbón sugieren un cambio significativo en el ecosistema que habitaba el Gigantopithecus.

Antes de su extinción, predominaban las especies arbóreas en su hábitat. Sin embargo, este entorno cambió gradualmente, dando paso a un paisaje más abierto con helechos y pastizales, lo que sugiere un clima más seco y estacional.

Este cambio en el ecosistema tuvo un impacto directo en la dieta de Gigantopithecus, que antes se basaba principalmente en frutos.

La adaptación de Gigantopithecus a los bosques densos y su dependencia de una dieta rica en frutos se convirtieron en desventajas cuando su entorno cambió.

A diferencia de especies más pequeñas y menos especializadas como el orangután, el tamaño y los hábitos alimenticios de Gigantopithecus limitaron su capacidad para adaptarse a estos cambios ambientales.

Los resultados del estudio indican que la reducción en la disponibilidad y diversidad de alimentos nutritivos fue un factor clave en la extinción de Gigantopithecus.

Las bandas de crecimiento en el esmalte de los dientes fósiles, más marcadas en comparación con las de otras especies, reflejan el estrés nutricional al que se enfrentó este gigante.

Lo interesante es  cómo los cambios en el hábitat y el clima afectaron a Gigantopithecus blacki, llevando a su extinción. Los hallazgos también resaltan la importancia de la adaptabilidad en la supervivencia de las especies a lo largo del tiempo.

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