Según un estudio realizado por Cadem y la Asociación Pro Consumo Responsable de Bebidas Espirituosas (Alcohólicas) uno de cada diez chilenos reconoce que está dispuesto a manejar después de haber ingerido alcohol, en el contexto de actividades veraniegas.
También, el 7% de los encuestados confiesa que es “algo probable” o “muy probable” que maneje en estado de ebriedad luego de sus encuentros estivales.
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La cifra toma mayor importancia, considerando que el 70% señaló que probablemente participará de actividades donde haya consumo de alcohol.
Dentro de ese 70%, la mayoría son jóvenes de 18 a 24 años.
Sin embargo, un 93% de los encuestados asegura que es poco o nada probable que conduzca tras beber este tipo de bebidas.
Fiscalizaciones
En general, las personas reconocen que es poco probable que sean fiscalizados durante esta temporada.
Y en este sentido, la percepción de la fiscalización ha disminuido durante los últimos años.
Así, en enero del 2023, un 64% de las preferencias indicaban que la fiscalización aumentaba durante la época estival, mientras que en 2024 , la cifra bajó a un 56% y a 48% en 2025.
«Si bien la mayoría de los chilenos manifiesta responsabilidad al beber alcohol, siempre están los porfiados –como es el caso de ese 7%- que se encuentran dispuestos a jugar con su vida y con la de los demás”, señaló el presidente de Aprocor, Juan Pablo Solís.
«Por ello, el llamado es a avanzar como sociedad en implementar
medidas efectivas de control, tanto a nivel familiar, empresa y fiscalización pública. La responsabilidad debe ser compartida», agregó.
Menores de edad
En este punto, 6 de cada 10 chilenos tiene la creencia de que las medidas de prevención de la ingesta de alcohol en niñas, niños y adolescentes se relajan durante este periodo.
Asimismo, un 44.6% apunta a la conversación familiar como la principal medida para prevenir ese tipo de conductas.
Como segunda opción, con un 17.2% creen que hay que verificar si ha bebido antes de llegar a la casa y castigarlo en el caso de haberlo hecho.