Con la llegada de agosto y el inminente fin del invierno, se genera una excelente oportunidad para que los adultos mayores inicien o retomen programas de ejercicio.
Pese a la creencia de que la actividad física puede ser riesgosa en la tercera edad, la evidencia científica demuestra que, al contrario, es la inactividad la que representa un peligro para la salud y el bienestar.
«El temor al dolor o a las caídas es común entre las personas mayores, especialmente si ya han vivido episodios previos de este tipo», explica Simón Meza, kinesiólogo de Sportlife.
«Pero hoy sabemos que el ejercicio guiado y progresivo es una de las herramientas más efectivas para mejorar la calidad de vida en esta etapa», agrega a través de un comunicado.
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EJERCICIO EN ADULTOS MAYORES DURANTE AGOSTO
En ese contexto, el experto explica que comenzar un plan de entrenamiento en esta época del año puede traer múltiples beneficios. Entre ellos, mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas, aliviar los dolores musculares y articulares, disminuir la rigidez corporal y mejorar la postura. Sin embargo, lo más importante es que permite generar una mayor autoconfianza, mejorar el estado de ánimo e incrementar la independencia funcional.
Para que el proceso sea seguro, el especialista recomienda realizar primero una evaluación médica o kinesiológica, que permita diseñar un plan personalizado. Tras ello, aconseja que las primeras sesiones de ejercicios deben ser breves, entre 10 y 20 minutos, con una frecuencia de dos a tres veces por semana. Además, resalta que deben enfocarse en la movilidad articular, la respiración, el equilibrio y la fuerza.
«Siempre es clave evitar superficies inestables, priorizar la seguridad y contar con acompañamiento profesional. Además, el ejercicio no debe provocar dolor agudo ni mareos», explica Meza.
Entre las actividades más recomendadas para adultos mayores destacan las caminatas recreativas, ejercicios de fuerza con baja carga (aumentando progresivamente), rutinas de movilidad articular enfocadas en cuello, hombros, caderas y tobillos. Esto, además de ejercicios de respiración y coordinación.
«El ejercicio no tiene edad, lo importante es comenzar de manera segura, guiada y con objetivos claros. Cada pequeño avance cuenta», concluye el kinesiólogo de Sportlife.