Carla Ballero regresó a la televisión y compartió lo que vivió mientras estaba internada en la UCI tras sufrir una neumonía y luego un derrame pleural. En concreto, la modelo volvió a su rol como panelista en el programa ‘Sígueme’ de TV+, donde entregó su testimonio y reflexionó sobre su pasado.
«Yo estaba súper desnutrida, por ese estado estuve a punto de morir. Hoy me siento súper bien, pero extraña de estar con harta gente, de volver, porque no sé qué pasó, porque soy la misma con una vivencia nueva, pero me siento diferente en muchas cosas».
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COMPLICACIONES DE SALUD
Junto con ello, aseguró que en los momentos previos a su complicación de salud «lo estaba pasando mal, desde enero sentía una energía negativa e intentaba que no me afectara. Me sentía muy cansada, dejé de entrenar porque no tenía fuerzas. Estaba en piloto automático sin ganas, perdí el sentido».
Luego recordó que cuando intentaba caminar, se caía, y además tenía complicaciones para respirar, por lo que fue a la clínica. «Me di cuenta que me estaba muriendo, yo dije me cedan y no vuelvo. Cuando me despiertan, fueron varios días de no tener mucha noción».
«Los niños nunca pensaron que yo me estaba muriendo. Sentí mucha angustia por la angustia de ellos, yo no hice el viaje de que uno ve la luz, me pasó otra cosa, como de un tren. Cuando me lograron dormir, yo iba en un tren y pasaban muchas imágenes, hasta que se detiene cuando veo a mis hijas haciendo trekking porque yo estaba muerta», recordó la modelo.
CARLA BALLERO EN LA UCI
Carla Ballero reflexionó que «Dios me dio otra oportunidad porque algo tengo que hacer, se vuelve con mucha energía. Me siento un poco más lenta, miro a la gente de otra manera. Me puse en el límite por no ser una prioridad, por no cuidarme, por pensar siempre en una cosa estética. Tengo cosas que resolver».
Además, la modelo confesó que lo más difícil de lo que vivió fue «no estar, darme cuenta que me podía ir sin disfrutar la vida y sin haberme dado cuenta de lo importante. Lo pienso harto».
Por último, recalcó la importancia de mirarse con amor. «Me cuesta recibir cariño, que me hayan llamado, que hay estado preocupados, ustedes, mis hermanos, la gente que sin conocer escribía. Es difícil recibirlo, me pone hasta en una situación incómoda. Me manejo más en el mundo de lo complicado que del amor. Tengo que aprender a recibir el amor».
