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De justicia: declaran Monumento Nacional mural de Escámez en Chillán

José Miguel Ortiz. Periodista.

Escámez
Foto AGENCIA UNO
Cuando Escámez pintó su mural en el municipio de Chillán sabía que tenía la vara alta; a pocas cuadras estaban los murales de los mexicanos.

El arquitecto Carlos Inostroza comenzó lentamente una «cata» con un bisturí en una pared blanca, donde quizás quedaba algo del mural de Julio Escámez en Chillán.

Lo hizo en varias partes de la fría pared, pero; nada.

Sin embargo, después de un largo rato aparece un hallazgo de un leve color naranja. Alegría, alegría: ¡ hay mural !,  o al menos eso parece.

MURAL INAUGURADO POR ALLENDE

Por más de dos años, el muralista chileno Julio Escámez Carrasco trabajó sobre las paredes de la Municipalidad de Chillán para dar vida a Principio y fin, gracias a la idea del regidor Eduardo Contreras Mella.

La obra estuvo lista en 1972 y fue inaugurada por el nuevo alcalde, Ricardo Lagos Reyes, el 24 de junio de 1972, en el Salón de Honor de la Municipalidad de Chillán, con la presencia del Presidente Allende.

Pero, luego del golpe de Estado, el General Guillermo Toro Dávila ordenó la censura del mural Principio y fin, debido a su temática.

La obra de Escámez fue cubierta en su totalidad y durante años se creyó que había desaparecido. Incluso su autor, quien partió al exilio a Costa Rica a principios de 1974, murió en 2015 pensando que su gran obra había sido destruida.

La existencia y desaparición de Principio y fin era un secreto a voces en Chillán.

“Él murió pensando que este mural había desaparecido totalmente, nunca pensó que en algún minuto se iba a rescatar”, señala Orietta Duvauchelle, sobrina del artista y presidenta de la Fundación Escámez.

“El rumor dijo por mucho tiempo que ese mural había sido picado, ametrallado. Julio Escámez murió pensando eso en 2015.

Recién, a casi cien años de su natalicio (nació en 1925 en la provincia de Arauco), sabemos que no es cierto. El mural está. Está cubierto por doce capas de pintura”, enfatiza la Subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez.

El 4 de diciembre, tras una sesión del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en el Palacio Pereira, el mural se declaró Monumento Histórico Nacional de forma unánime. “Es hacer justicia ante lo terrible que pasó en 1973, uno de los más grandes atentados del país en contra de la cultura”, indicó Duvauchelle.

La Subsecretaria Pérez agregó: “Es una forma de honrar a este artista que muere en el exilio y que retrata un momento histórico tremendamente importante”.

Declaran como Monumento Histórico mural de Julio Escámez censurado en dictadura: “Murió pensando que había desaparecido”

LO MARAVILLOSO DE RESTAURAR

La actriz María Elena Duvauchelle, quien también es familiar del artista, agradeció el trabajo que hicieron las especialistas de Chillán para relevar la importancia del mural durante el Consejo. “Fue un trabajo maravilloso”, agrega.

Este trabajo lo realizó la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán en conjunto con el Consejo Nacional de Conservación y Restauración (CNCR) y la Comisión Chilena de Energía Nuclear. “Gracias a ellos podemos ocupar herramientas avanzadas como georradar, tomografía y termografía”, indicó Pérez.

La colaboración entre las entidades permitió revelar 39 ventanas de inspección en la sala del Concejo Municipal (2do Nivel) y en el ex archivo de la Dirección de Obras Municipales (3er Nivel), lo que da cuenta de la existencia de Principio y fin debajo de las capas de pintura.

 

Una de las principales preocupaciones deslizadas por los consejeros del CMN fue la recuperación del mural. En términos simples, para poder dejarlo a la vista, deben retirarse las capas de pintura y una losa de hormigón armado que lo divide.

“El mural, así como fue, no va a volver nunca”, precisó el consejero Felipe Gallardo, representante del Instituto de Historia de la Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. “Es bien importante que en la declaratoria quede plasmada la preocupación de este consejo en torno a la remoción de esa losa. Sería triste que fuera un caso más de remoción no efectiva”, añadió en la sesión.

En la ocasión se recordó el caso del mural El primer gol del pueblo chileno (1971), de Roberto Matta y las Brigadas Ramona Parra (BRP), ubicado en La Granja.
Este también lo censuró la dictadura con sucesivas capas de pintura, estuco y spray; pero se recuperó y actualmente puede verse en la Corporación Cultural de la comuna.

EL MURAL DE LA EX FARMACIA MALUJE

En 2015, el mural Historia de la Medicina y Farmacología en Chile de Julio Escámez, que está en la ex farmacia Maluje en Concepción, se declaró Monumento Histórico Nacional.

Si bien desde la Fundación Escámez ven con alegría la reciente declaratoria, observan con atención lo que pasa en la ciudad penquista.

“Lo que nos preocupa como Fundación en este minuto es el deterioro que tiene el mural de la ex farmacia Maluje en Concepción, en la calle Tucapel.

Ese mural fue declarado Monumento Histórico; han pasado nueve años y la verdad es que no pasó nada. Hay como 30% ya deteriorado, así que ni pensar si viene otro terremoto lo que sucedería”, acota Orietta Duvauchelle.

Mural Historia de la Medicina y Farmacología en Chile.

Sobre si pudieron plantear la situación a la Subsecretaría en la reunión de ayer, Duvauchelle sostiene: “Tuvimos muy poca ocasión de hablar del mural de Concepción, pero la situación es distinta, porque está en un recinto privado. Lo que yo tengo entendido es que los dueños de esa casa, que son de la familia Maluje, están dispuestos a vender la casa».

El deterioro, precisa, se debe a la falta de fondos y no a las voluntades de las partes involucradas. “Faltan recursos. Nunca hay plata, ese es el problema, porque fíjate que el interés hay.

Hicimos una tremenda campaña, reunimos un montón de firmas para rescatar este mural y tuvimos una gran recepción.

A pesar de ello, ven con esperanza el trabajo con el mural Principio y fin. “Hay que tener el mismo ánimo y las mismas fuerzas que tienen los jóvenes que están trabajando en Chillán. 

A nosotros, por lo menos, nos da una confianza enorme de lo que ellos están haciendo y ellos van a seguir trabajando”, señala María Elena Duvauchelle.

La mayor parte del legado de Julio Escámez permanece en Costa Rica, en la Universidad Nacional.

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