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De la entretención al miedo: La transformación de los matinales

Valeria Lagos

matinales
La baja en la sintonía y las críticas al contenido de estos espacios confirman el creciente desinterés del público.

Durante su presentación en el Festival de Viña del Mar 2025, el comediante Pedro Ruminot abordó la evolución de los matinales en la televisión chilena, destacando cómo pasaron de ser espacios de entretención y cercanía con el público a convertirse en programas marcados por la crónica roja y el alarmismo.

Su reflexión sacó a relucir las críticas sobre el contenido actual de la televisión matutina y la falta de figuras icónicas que logren la conexión que en su tiempo tuvieron animadores como Felipe Camiroaga.

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«En los 90 los matinales eran distintos”, expresó Ruminot antes de rendir homenaje a Camiroaga, un rostro que aún es recordado con cariño por la audiencia a más de una década de su fallecimiento.

“Simpático, guapo, entretenido, con opinión, valiente, actor de teleseries, de cine, de teatro”, destacó sobre el animador de Buenos días a todos, quien dejó una huella imborrable en la historia televisiva chilena. Su mención desató una ovación del público, reflejando el impacto que tuvo en la audiencia y cómo su figura sigue vigente en la memoria colectiva.

METAMORFOSIS EN LOS MATINALES

Sin embargo en su rutina, Ruminot contrastó esa nostalgia con el panorama actual de los matinales, señalando que la televisión matutina ha cambiado drásticamente.

Los matinales de antaño, como «Buenos Días a Todos», ofrecían una variedad de contenidos que incluían cocina, gimnasia, actualidad y espectáculos en vivo.

Estos programas buscaban acompañar y entretener al público chileno en sus mañanas. Sin embargo, con el paso del tiempo, especialmente tras eventos como el estallido social de 2019 y la pandemia de COVID-19, estos espacios han experimentado una transformación significativa.

La programación actual tiende a centrarse en temas de contingencia, política y, predominantemente, en hechos delictivos y crónica roja.

Los matinales han dejado de ser un lugar de relajo para transformarse en un constante bombardeo de noticias negativas, lo que genera críticas por parte de la audiencia.

Esta metamorfosis ha generado críticas tanto de la audiencia como de figuras del medio televisivo. Jorge Hevia, exconductor de «Buenos Días a Todos», comentó sobre la adaptación de los matinales a situaciones de crisis, recordando cómo durante su época se cubrían eventos como terremotos e inundaciones, alcanzando altos niveles de sintonía debido a la relevancia de la información proporcionada.

Por su parte, Eduardo de la Iglesia, exconductor de «Hola Chile», destacó la importancia de la presencia de políticos en los matinales actuales, permitiendo a la audiencia interpelar directamente a las autoridades. Sin embargo, esta tendencia ha llevado a que los programas se enfoquen en temáticas más serias, dejando de lado segmentos de entretenimiento que solían caracterizarlos.

DESCENSO EN EL RATING

La baja sostenida en los ratings refleja el cansancio de los televidentes ante esta transformación. En los últimos años, los cuatro matinales principales han visto una caída progresiva en su sintonía. En 2022, sumaban en promedio 25,1 puntos de rating, mientras que en la actualidad la cifra ha caído a 17,5, marcando su nivel más bajo desde entonces.

La repetitiva cobertura de crónica roja y la omisión de otros temas relevantes se señalan como causas principales de este declive.

ROSTROS SIN CARISMA

A esto se suma la falta de figuras carismáticas y queridas por el público. Mientras que rostros como Felipe Camiroaga, Jorge Hevia o Margot Kahl lograban una conexión genuina con la gente, los animadores actuales no han conseguido el mismo nivel de aceptación y cariño.

La televisión matutina ha perdido el carisma de antaño, y la audiencia resiente la ausencia de figuras que, más allá de informar, lograban generar cercanía y empatía con quienes los veían cada mañana.

El fenómeno de la crónica roja en los matinales también ha sido objeto de críticas por fomentar el sensacionalismo y la percepción exagerada de la criminalidad.

Si bien la información es fundamental, muchos televidentes consideran que estos programas han pasado a ser una extensión de los noticieros, dejando de lado otros contenidos que antes formaban parte de su esencia, como el humor, la cultura y la conversación distendida.

Conductores como José Antonio Neme y Priscilla Vargas son fuertemente cuestionados por su actitud confrontacional y la falta de imparcialidad en su tratamiento de ciertos temas políticos y sociales, lo que ha alejado aún más a la audiencia.

Las palabras de Ruminot en Viña 2025 han puesto sobre la mesa una discusión relevante sobre el rol de los matinales en la televisión chilena.

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