Cada 28 de mayo, en el Día Internacional de Salud y Dignidad Menstrual, se alza una advertencia. No todo dolor menstrual es normal. Pero muchas mujeres lo siguen creyendo, y otras tantas viven atrapadas por una enfermedad que mutila silenciosamente sus cuerpos y sus rutinas. Se llama endometriosis, afecta a más de 600 mil chilenas en edad fértil y puede doler tanto como un parto sin anestesia.
“¿Ustedes ubican a Wolverine? Siento esas garras destrozando mi útero por dentro”, describe Carolina Quezada (28), estudiante de enfermería y paciente. Su testimonio ilustra una verdad incómoda. En Chile, el dolor menstrual sigue siendo minimizado, aunque muchas veces es síntoma de una condición crónica y progresiva.
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EL MONSTRUO DISFRAZADO DE REGLA
La endometriosis ocurre cuando células similares al revestimiento del útero crecen fuera de él. Atacan intestinos, riñones, pulmones y hasta el cerebro. El resultado es un dolor pélvico que puede hacer que simplemente ir al baño o tener relaciones sexuales sea una tortura.
“Llegas a desmayarte. Son como las contracciones de parto sin medicación”, cuenta Geraldine Henríquez (35), psicóloga y también paciente. Junto a Carolina, fundaron la Asociación de Pacientes con Endometriosis y Adenomiosis de Chile (APEACH), desde donde han impulsado visibilidad y políticas públicas.
DIAGNÓSTICO
El problema comienza desde la infancia, pero se detecta tarde. “Entre los 20 y 30 años es el promedio de diagnóstico, aunque los síntomas aparecen desde la adolescencia”, explica la doctora Sawsan As-Sanie, experta en dolor pélvico y jefa del equipo de endometriosis de la Universidad de Michigan.
Según la especialista, las mujeres pueden tardar entre 7 y 10 años en ser diagnosticadas. Muchas veces, les dicen que tienen colon irritable, apendicitis o incluso trastornos psicológicos. Para entonces, ya han perdido trabajos, relaciones, órganos… o el deseo de seguir buscando respuestas.
La enfermedad no es mortal, pero sí devastadora. Puede provocar infertilidad, múltiples cirugías y un impacto económico que arrasa con los ahorros familiares. La calidad de vida se derrumba y la carga emocional se hace insoportable.
“He visto pacientes perder un riñón, desarrollar neumotórax o quedar postradas por el dolor”, advierte la doctora As-Sanie. Y aún así, muchas son tildadas de exageradas.
UNA PÍLDORA DE ESPERANZA
Tras años sin novedades terapéuticas, una nueva opción farmacológica está generando esperanza real. Se trata de Ryeqo, una pastilla de uso diario que reduce significativamente el dolor en solo ocho semanas y evita, en muchos casos, intervenciones quirúrgicas.
“Ryeqo contiene relugolix, estradiol y noretisterona. Es segura, bien tolerada y puede usarse a largo plazo”, explica el doctor Eduardo Correa, director médico de Gedeon Richter Chile. El medicamento ya fue aprobado tras estudios en EE.UU. y Europa.
As-Sanie, quien participó en dichos ensayos, detalla los resultados: “El 75% de las pacientes mejoró, más del 50% experimentó alivio del dolor menstrual en ocho semanas, y a las 12 semanas también mejoró el dolor pélvico no menstrual”.
Desde 2021, en el Congreso Nacional se discute un proyecto de ley para garantizar atención integral a pacientes con endometriosis. Mientras tanto, el Ministerio de Salud analiza incluirla en el GES, una medida esperada hace años por miles de mujeres que hoy enfrentan largos caminos de dolor, deudas y negligencia médica.
El llamado de los especialistas este Día de la Salud Menstrual es: no minimices tu dolor, exige atención médica, busca segundas opiniones. Como dice el doctor Aníbal Scarella, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva: “La menstruación puede causar un pequeño calambre, pero si el dolor aumenta o persiste fuera del periodo, no es normal. Es una alerta, no la ignores”.