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El Cochayuyo podría ser el antídoto al hambre mundial

Tamara García

Periodista

Foto referencial
«Contiene aminoácidos esenciales, antioxidantes, bio-emulsionantes y metabolitos».

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 2023 cerca de 733 millones de personas pasaron hambre en el mundo, pero este problema podría tener una solución: el Cochayuyo.

Se trata de un estudio donde desarrollan alternativas proteicas a los productos animales tradicionales y encontraron que el cochayuyo es el alimento nutritivo por excelencia.

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La doctora Catalina Landeta, PhD en Ciencias de la Ingeniería e investigadora del Centro de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB) de la Universidad de Chile, fue quien lideró la investigación publicada en julio de 2024 en la revista Food.

Resultados 

Los científicos descubrieron que al fermentar el cochayuyo se obtiene una proteína. Aunque debe ser del alga parda Durvillaea que sólo se encuentra en Chile y Nueva Zelanda.

En el estudio se lee que dicha alga «contiene aminoácidos esenciales, antioxidantes, bio-emulsionantes y metabolitos capaces de contribuir a la alimentación. También a la prevención de enfermedades y de trastornos metabólicos».

Además, los investigadores apuntan a que dichas propiedades posicionan a esta alga como «una alternativa prometedora para el desarrollo de alimentos funcionales y nutracéuticos».

Si bien el cochayuyo es abundante en el país, no se exporta con estos fines. De hecho, se ocupa para otras preparaciones como la salsa de tomates o como componente bruto para los asiáticos.

Pero aún no se exporta de la forma ideal para que las personas consuman este alimento y aprovechen todos los nutrientes que contiene.

Por último, los investigadores señalan que «la investigación futura podría explorar la escalabilidad de este proceso de bioconversión para la producción industrial e investigar los efectos a largo plazo en la salud de incorporar esta micoproteína en varios regímenes dietéticos».

Además «otros estudios podrían examinar el potencial de que esta micoproteína sirva como una fuente de proteínas alternativas sostenibles en diversas aplicaciones culinarias».

 

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