Emilio conoce a Santa y vuelve a volar en Navidad: Un cuento para leer en familia y regalar con sentido
Tras el entrañable inicio de la saga con El Viaje de Emilio: trescientos días sobre el mar, primer libro de cuentos infantil de la periodista y escritora Karen Punaro, con las ilustraciones del diseñador digital y artista plástico, Luis Castañeda y que presentó en abril de este año a esta gaviota excepcional y su vínculo profundo con la familia Sordini,
Emilio regresa ahora con una historia especialmente pensada para estas fiestas: Emilio conoce a Santa: de viaje al Polo Norte, recientemente lanzado en formato digital a través de Amazon.
Este nuevo relato dialoga directamente con la historia fundacional de Emilio, donde se narra la travesía de casi 300 días sobre el mar que emprende esta pequeña gaviota en busca de su familia humana. Tras conocer a Mamá, Papá y Laurita Sordini durante un verano en Viña del Mar, Emilio se ve separado de ellos y decide seguirlos, iniciando un viaje marcado por la soledad, el aprendizaje y la fidelidad a un vínculo afectivo elegido.

Esa odisea —que lo lleva incluso hasta Isla de Pascua— no es solo geográfica, sino profundamente emocional: Emilio deja atrás a su bandada para afirmar algo esencial, que la familia también puede construirse desde el amor y no únicamente desde el origen. Ese trasfondo es el que otorga espesor y sentido al nuevo cuento navideño, donde la Navidad no aparece como un simple decorado festivo, sino como la culminación simbólica de un largo viaje de pertenencia y regreso.
En Emilio conoce a Santa: de viaje al Polo Norte, el protagonista vive su primera Navidad en familia, un detalle no menor que estructura todo el relato. La historia se inicia con un gesto simple y lleno de simbolismo: escribir la carta a Santa. Desde ahí, el cuento despliega una aventura luminosa y delicada que lleva a Emilio desde Viña del Mar hasta el Polo Norte, pasando por mares, continentes y paisajes reconocibles, siempre guiado por la curiosidad, la ternura y el deseo de pertenecer.
Más allá de la fantasía —renos, Santa Claus, el taller de juguetes—, el corazón del relato está puesto en el valor de la familia como lugar de cuidado, espera y regreso. El momento más conmovedor no es el viaje extraordinario, sino la nostalgia de Emilio al recordar que esa noche es la primera Navidad que compartirán juntos Mamá, Papá, Laurita y él. Esa emoción, tratada con sensibilidad y sin solemnidad, convierte al cuento en una lectura ideal para compartir entre adultos y niños.

El libro, escrito en español e inglés, combina ilustraciones cálidas con un lenguaje claro y respetuoso de la inteligencia infantil. No moraliza ni adoctrina: propone, sugiere y deja espacio para la conversación familiar después de la lectura.
En tiempos de pantallas rápidas y relatos efímeros, Emilio conoce a Santa: de viaje al Polo Norte se ofrece como un regalo distinto: una historia breve pero significativa, que invita a leer juntos, a detenerse y a recordar que la Navidad —más allá de los regalos— sigue siendo un ritual de encuentro, cuidado y amor compartido.







