A inicios de los años ochenta, la cumbia pasaba por un periodo difícil. Antes, era habitual en quintas de recreo, hoteles y auditorios de radio, pero con el tiempo su presencia se redujo, limitándose a algunas apariciones en la escena nocturna capitalina. Tras el golpe de Estado de 1973, el toque de queda restringió el trabajo de los músicos, afectando también a Tommy Rey.
En ese entonces, Patricio Zúñiga era la voz principal de la reconocida Sonora Palacios, una de las agrupaciones más influyentes en la adaptación de la cumbia al estilo chileno. Este género, originalmente popularizado en el país por orquestas colombianas, adquirió identidad propia gracias a bandas como la suya.
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Con el tiempo, algunos miembros de la Sonora Palacios comenzaron a cuestionar la administración del grupo. «Pillamos al director, cuánto cobraba y lo que nos pagaba a nosotros -rememoró Tommy Rey-. Empezamos a conversar y nos retiramos cinco miembros. Buscamos otros músicos. Ahí entró Leo Soto, el timbalero; entró Leo Núñez que había sido compañero mío y que era El Chacal de la trompeta, el segundo chacal, porque el primero también tocó conmigo, Juanito Bulnes, muy buen músico, fallecido».
Así nació la Sonora de Tommy Rey, explicó en una entrevista a La Cuarta «Los músicos me llamaron y me dijeron que le iban a poner al grupo Sonora de Tommy Rey. Había que tratar de dar a conocer el nombre y nos contrataron de un local muy conocido, La Pachanga, en San Pablo, y pusieron un letrero que decía Sonora de Tommy Rey, ex Sonora Palacios. Cuando supieron los Palacios, me llamaron por teléfono amenazándome que no debía usar el nombre. Les dije que no lo hacíamos nosotros, sino los dueños de los locales».
LANZAMIENTO DE LA RECONOCIDA BANDA
Guillermo Jiménez ha construido una destacada trayectoria tanto en el periodismo como en la gestión pública, combinando su pasión por la comunicación con un firme compromiso con el servicio a la comunidad.
Su carrera periodística comenzó en julio de 1981, cuando se integró como redactor de Espectáculos en el diario La Tercera, donde permaneció hasta enero de 1988. Durante esos años, fue testigo y cronista de la vibrante escena cultural y artística del país. Posteriormente, en febrero de 1988, se trasladó a Las Últimas Noticias (LUN), donde continuó su labor periodística en la misma sección, aunque por un breve período, hasta marzo de ese mismo año.
En mayo de 1988, Jiménez inició una nueva etapa en su vida profesional al ingresar a la Municipalidad de Lo Prado, institución en la que ha desarrollado una extensa carrera. Hasta 2005, se desempeñó como Jefe del Departamento de Relaciones Públicas, un rol clave en la comunicación institucional y el vínculo con la comunidad. Posteriormente, asumió la encargaduría de Licitaciones, una función fundamental en la gestión municipal.
Con una trayectoria que abarca tanto el periodismo como la gestión pública, Guillermo Jiménez se ha consolidado como un profesional comprometido con la comunicación, el servicio a la comunidad y el fortalecimiento de su gremio.
INICIOS DE TOMMY REY
Guillermo Jiménez recuerda aquella noche histórica de 1982, cuando Tommy Rey y Leo Soto presentaron por primera vez «La Sonora Tommy Rey». En ese entonces, él era un joven periodista de 21 años que trabajaba en la sección de Espectáculos de La Tercera. «Todo fue muy sencillo. En un costado del salón habían preparado un cóctel para recibir a los invitados, porque el local seguía funcionando», comenta. A pesar de los esfuerzos del grupo por organizar el evento, solo dos medios de comunicación cubrieron la ocasión, lo que le causó cierta pena.
«Tommy Rey y su grupo habían hecho un tremendo esfuerzo para organizar ese lanzamiento y no tuvo la respuesta de los medios de comunicación», expresa. Durante ese encuentro, Guillermo también forjó una amistad con Leo Soto, quien siempre reconoció su participación en ese acto fundacional. En cuanto al ambiente, recuerda que «todo fue muy modesto y sencillo», y no tiene claro si el grupo actuó esa noche.
SENCILLEZ DE TOMMY REY
Sobre Tommy Rey, Jiménez destaca su sencillez. «Era una persona más bien tímida y solitaria, de pocas palabras. Él era uno más dentro de la ‘Sonora'», agrega. Esta humildad, junto con la modesta puesta en escena, hizo que Guillermo nunca imaginara que estaban presenciando el nacimiento de «uno de los inmortales de la música».
En cuanto a la influencia del lanzamiento en la consolidación de la banda, señala que «comienzan con mucha sencillez y a punta de esfuerzo y sacrificio, empiezan a construir su historia». Para él, el éxito fue algo inesperado.
Finalmente, sobre la reciente decisión de poner fin al nombre «La Sonora Tommy Rey» tras la muerte de su líder, Guillermo está en total acuerdo con lo expresado por Leo Soto. «Con la muerte de Tommy Rey se termina la Sonora. Su voz es irreemplazable. Estará en la memoria musical de los chilenos», asegura.
Además, recuerda que la banda nunca dejó de tocar, desde el Festival de Viña hasta los rincones más remotos de Chile, sin buscar un «caché» o enriquecerse con la música. «Mucho de sus éxitos se los compraron a compositores argentinos», explica, y añade, entre risas, que Leo Soto le contó que Tommy Rey «había tenido varias señoras… jajajá. No sé si era verdad».
