El fiscal del distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman, abordará el caso de los hermanos Menéndez de manera independiente, evaluando por separado los cargos y antecedentes de Erik y Lyle, condenados en 1996 por el asesinato de sus padres.
Esta decisión busca un equilibrio entre las posturas que exigen justicia severa y aquellas que abogan por reconsiderar las sentencias.
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En conversación con NBC news, el persecutor abordó el caso y señaló que «Aunque se les llama el caso de los hermanos Menéndez, en realidad hay un caso de Erik Menéndez y un caso de Lyle Menéndez. Hay dos víctimas diferentes: está José Menéndez, el padre; y Kitty Menéndez, la madre, así que veremos cada caso por separado».
El análisis individual permitirá revisar los elementos específicos de cada hermano, incluyendo información presentada en apelaciones y nuevos alegatos sobre abuso y manipulación en su entorno familiar.
JUICIO IMPARCIAL
El fiscal indicó que esta aproximación busca garantizar un juicio imparcial que contemple tanto los derechos de las víctimas como las circunstancias atenuantes de los hermanos Menéndez.
El caso de estos hermanos ha sido objeto de debate público durante décadas, y esta revisión podría marcar un precedente en la manera en que se abordan casos complejos de dinámica familiar y crímenes violentos.
Asimismo, cabe señalar que Erick y Lyle tienen programada una audiencia a finales de enero de 2025 para que un juez de California determine si tras el hallazgo de nuevas pruebas cambia las condenas y sentencias de prisión recibidas por el doble asesinato.
