El uso de fuegos artificiales sigue siendo parte de diversas celebraciones, pero su impacto va mucho más allá del espectáculo visual.
El ruido intenso e impredecible puede generar consecuencias físicas y emocionales en niños, animales, adultos mayores y personas con ansiedad o dentro del espectro autista.
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Frente a este escenario, distintas recomendaciones se han instalado como tendencia para promover celebraciones más responsables y seguras.
NIÑOS Y BEBÉS
En el caso de los niños y bebés, el principal riesgo es la sobreestimulación. Los sonidos fuertes pueden provocar llanto, miedo o dificultades para dormir, incluso horas después del evento.
La Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe) ha señalado que la exposición a ruidos intensos puede generar estrés, alteraciones del sueño y reacciones de miedo en niños y lactantes, recomendando limitar la exposición directa y privilegiar ambientes cerrados y seguros durante este tipo de celebraciones.
Según su edad, qué ocurrirá, mantenerlos en espacios cerrados, cerrar ventanas y cortinas, y reducir el ruido ambiente con música suave o sonidos constantes. También se recomienda respetar sus rutinas habituales y ofrecer contención emocional durante los momentos de mayor ruido.
ANIMALES
Para los animales, especialmente perros y gatos, los fuegos artificiales representan una de las principales causas de estrés agudo. El sonido puede provocar desorientación, intentos de escape y conductas de pánico.
Las recomendaciones más difundidas apuntan a mantenerlos dentro del hogar, cerrar puertas y ventanas, crear un refugio seguro con sus objetos conocidos y no dejarlos solos.
En el ámbito del bienestar animal, el Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet) ha reiterado que los fuegos artificiales generan altos niveles de estrés en mascotas, pudiendo provocar desorientación, intentos de fuga y accidentes. El gremio enfatiza que no se deben administrar medicamentos sin supervisión veterinaria y que las principales medidas de protección son el resguardo en el hogar y el acompañamiento.
ADULTOS MAYORES
Los adultos mayores también pueden verse afectados, en particular quienes viven con enfermedades neurodegenerativas, trastornos del sueño o afecciones cardíacas.
El ruido repentino puede generar confusión, ansiedad o alteraciones en la presión arterial. Por ello, se aconseja informar con anticipación sobre el evento, asegurar un ambiente tranquilo, reducir la exposición directa al ruido y priorizar el acompañamiento durante las horas más críticas.
NEURODIVERGENTES
En personas con ansiedad, trastornos sensoriales o dentro del espectro autista, los fuegos artificiales pueden resultar especialmente invasivos.
La imprevisibilidad del ruido y las luces intensas pueden desencadenar crisis de angustia o sobrecarga sensorial. Entre las estrategias más recomendadas se encuentran la anticipación del horario, el uso de auriculares con cancelación de ruido, técnicas de autorregulación y la posibilidad de permanecer en espacios silenciosos.
Algunas familias optan por reorganizar la rutina del día o salir temporalmente del lugar donde se desarrollan los fuegos artificiales.
Respecto al impacto en personas autistas, organizaciones como Autismo Chile y la Fundación Asperger Chile han insistido en la necesidad de anticipar estos eventos, reducir estímulos sensoriales y promover alternativas menos invasivas, como espectáculos sin ruido, para avanzar hacia celebraciones más inclusivas.
CELEBRACIONES MÁS CONSCIENTES
En paralelo, ha ido creciendo una tendencia hacia celebraciones más conscientes. Cada vez más municipios y organizaciones promueven alternativas como fuegos artificiales silenciosos, espectáculos de luces o actividades culturales sin ruido extremo.
Estas iniciativas buscan compatibilizar el festejo con el respeto por la salud mental, el bienestar animal y la inclusión de personas con hipersensibilidad sensorial.
El debate sobre el uso de fuegos artificiales no apunta solo a prohibiciones, sino a una reflexión más amplia sobre cómo celebrar sin generar daño. La prevención, la empatía y la información se han convertido en las principales herramientas para avanzar hacia celebraciones que consideren a toda la comunidad.







