La Lanza de Longinos, conocida por atravesar el costado de Jesús durante la crucifixión, ha pasado por las manos de emperadores, reyes y figuras históricas como Adolf Hitler.
Desde su veneración inicial en Jerusalén en el siglo VI, hasta su actual ubicación en el Palacio Imperial de Hofburg en Viena, esta reliquia ha sido testigo de algunos de los momentos más oscuros de la humanidad.
La lanza, conocida también como la «Lanza del Destino», inicialmente fue venerada en Jerusalén en el siglo VI.
Su historia se complica cuando, en el año 615, la punta de la lanza se trasladó a Constantinopla, depositándose en la famosa iglesia de Santa Sofía.
Con la caída de Constantinopla en manos de los turcos en 1492, la lanza inició un nuevo capítulo en su historia.
El destino de la lanza en manos de los poderosos
El Sultán Bajazet, en un acto político estratégico, envió la lanza al papa Inocencio VIII.
Desde entonces, la lanza ha estado en posesión del Vaticano por más de 500 años.
Sin embargo, su historia está marcada por divisiones y desplazamientos, con una parte de ella llegando a manos del rey Luis IX de Francia hasta la revolución francesa.
La obsesión de Hitler
La lanza encontró su camino en Viena, Austria, donde se utilizó en las ceremonias de coronación del Emperador de Occidente desde 1273.
Pero su historia tomó un giro oscuro con la llegada de Adolf Hitler.
Hitler, obsesionado con la lanza desde su visita al museo de Viena en 1912.
Creía en sus poderes mágicos, pensando que otorgaba invencibilidad a quien la poseyera.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler trasladó la lanza a Núremberg, donde se mantuvo protegida en un búnker a prueba de bombas.
Sin embargo, con la derrota de Alemania y el suicidio de Hitler, la lanza cayó en manos del Séptimo Ejército de los Estados Unidos, liderado por el teniente William Horn.
Posteriormente, fue devuelta a Austria, donde actualmente se exhibe en el Schatzkammer del Palacio Imperial de Hofburg en Viena.
¿Qué arrojó el carbono 14?
En 1947, Estados Unidos sometió a exhaustivos análisis para verificar su autenticidad.
Mediante la datación por Carbono 14, se determinó que la lanza data del siglo VII, descartando así la posibilidad de que sea la misma arma romana utilizada en la crucifixión de Cristo.
Hay otras reliquias que también se presentan como la Lanza Sagrada.
Entre ellas, se encuentra la lanza de Echmiadzin en Armenia, cuyo diseño no corresponde al de una lanza romana.
Por otro lado, está la lanza guardada en el Vaticano, cuya antigüedad es incierta, ya que la Iglesia no ha permitido realizarle pruebas científicas.
El Legado de Longinos
En cuanto a Longinos, el centurión que usó la lanza para herir a Jesús ¿Qué pasó con él?
La historia dice que se convirtió al cristianismo. murió como mártir y fue santificado.
Hoy, su cuerpo descansa cerca de la Piazza Navona en Roma, en la iglesia de San Agustín, Italia.
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