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¿La Luna, Martes?: El ambicioso proyecto de Chile en la carrera espacial

Por Allan Santander

Periodista

Chile carrera espacial
Foto: Está Pasando
Este viernes, el país se adherirá al Programa de Artemis, un proyecto con más de 45 países miembros que promete con transformar la carrera espacial para llegar nuevamente a la Luna y pisar por primera vez Marte.

Chile se une a la carrera espacial. Este viernes 25 de octubre la ciudad de Wasington será testigo de un episodio histórico para la ciencia y tecnología chilena. El administrador de la NASA, Bill Nelson, recibirá en la sede central de la agencia espacial, a Aisén Etcheverry, ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile, y a Juan Gabriel Valdés, embajador de Chile en Estados Unidos, junto con otros funcionarios chilenos y del Departamento de Estado de EEUU.

En un ceremonia, nuestro país firmará los Acuerdos de Artemis y se consolida como otro país que lucha por el ambicioso proyecto de exploración espacial, y también como un actor en una de las misiones científicas más importantes de este siglo.

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¿Qué son los Acuerdos de Artemis? Los Acuerdos de Artemis son un conjunto de principios para la exploración responsable y sostenible del espacio ultraterrestre, basados en el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de 1967. Al momento de su lanzamiento en 2020, los Acuerdos tenían ocho signatarios, y actualmente, sin incluir a Chile son 46 los Estados suscritos a este documento internacional.

Ahora bien, esta adhesión está lejos de quedarse en un acto simbólico. Con esto Chile se sube al carro de la carrera espacial y ser un actor en el regreso del hombre a la Luna o, incluso, llegar a Martes.

Chile y el Acuerdo de Artemis

Al respecto, la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, comentó la importancia que tiene para el país la adhesión a los Acuerdos de Artemis: “Estamos como gobierno haciendo un gran esfuerzo por el desarrollo tecnológico de Chile y, en ese contexto, esto tiene gran relevancia».

Agregó. «Porque si te subes en estos acuerdos, pasas a formar parte de la mesa donde se diseña el proyecto, donde se entrenan especialistas, donde se generan las capacidades tecnológicas. Estar en la mesa en que se va a diseñar ese futuro es clave para la apuesta tecnológica que estamos haciendo como país”.

De acuerdo a la secretaria de Estado, el ser parte de este tipo de proyecto se alinea con la visión del país de integrarse a los desarrollos tecnológicos de fronteras, un enfoque similar al que se está persiguiendo al postular como miembro asociado al CERN en Europa.

La realidad, es que Chile nunca a estado ajeno a la ciencia. Se ha posicionado como la capital mundial de la observación astronómica. De hecho, se estima que cerca del 40% de los telescopios activos del mundo están en el país, y para la próxima década ese porcentaje aumentará a más de la mitad.

“Chile no solo tiene los territorios, sino que tiene gente que trabaja en ellos, investigadores que los estudian e industrias que operan ahí. Toda la minería chilena opera en estas condiciones y ese conocimiento es de alto valor para Artemis”, reconoció Etcheverry.

El aporte de la Nación

Adicionalmente, hay un factor donde Chile tiene mucho recorrido y conocimiento: geología y minería. La capacidad científica del país lo coloca como uno de los mejores del mundo y ese conocimiento será vital para la extracción de minerales en otros planetas o satélites.

Al respecto, la líder de la cartera de Ciencia destacó que “los viajes al espacio, al igual que la inteligencia artificial, son áreas que se predicen como claves para el futuro porque obligan a un desarrollo tecnológico de punta. (…) Nos permitirá aprender cómo se hace ese camino hacia el espacio y soñar con que Chile también puede llegar allá”.

Empresas mineras chilenas ya han sido invitadas a presentar su experiencia en operaciones extremas, lo que sugiere un potencial de colaboración en proyectos futuros en la Luna y más allá. Esta integración no solo fortalecerá las capacidades tecnológicas del país, sino que también abrirá oportunidades para formar profesionales y fomentar alianzas globales.

“No nos vamos a colgar ni lo vamos a mirar por internet, sino que seremos parte de ese diálogo de frontera”, concluye la ministra.

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