Apuntes de tres siglos del Liceo de Niñas Gabriela Mistral, una importante contribución a la construcción de la memoria.
Sin dudas, un libro necesario, seguramente, pensado para las nuevas generaciones; es una contribución no sólo a la memoria regional sino a la memoria de Chile, considerando el contexto histórico en que se producen los procesos de instrucción pública educacional de nuestro país.
La investigación que da vida a este libro la desarrollaron los profesionales Orieta Collao Mierzejerosky (U. de Chile) y Gabriel Canihuante Maureira (PUC de Río de Janeiro, Brasil), ambos periodistas y que, además, cuentan con un prolífico desempeño académico, Canihuante con un magister en Ciencias Sociales y Collao con una maestría en comunicación e industrias audiovisuales entre otros estudios.
El libro cuenta con una gran edición, desde una portada cuyo continente dialoga de manera elocuente con el contenido, invita a la lectura de manera entusiasta; como también un diseño muy bien pensado y ejecutado por parte de la editorial Nueva Mirada. Hay que destacar el prólogo bien situado a cargo de la historiadora y escritora Monserrat Arre Marfull, doctora en ciencias humanas.
El origen del Liceo de Niñas, hoy Gabriela Mistral, data de 1843 a propósito de la apertura de un colegio de niñas. En 1873 se conforma una comisión de padres, hermanos y novios de las damas coquimbanas para patrocinar la creación de un liceo; el liceo de niñas comienza a funcionar el año 1884 (p.15). En 1967 este Liceo de Niñas es bautizado con el nombre de Gabriela Mistral de La Serena, por gestión del Ministerio de Educación del gobierno de Eduardo Frei Montalva, dentro del contexto de la marcha de una amplia y profunda reforma educativa (p.101).
Finalmente, después de acontecimientos fundacionales y refundacionales en el año 2016 pasa a ser mixto y se llama, actualmente, Liceo Gabriela Mistral de La Serena. En el nombre se advierte el proceso de esta institución educativa, de acuerdo a las visiones temporales de una sociedad de cambios.
Se entiende a través de los datos del contexto histórico, educativo, social y cultural que aportan Orieta y Gabriel que, la creación de este liceo se hizo dentro de un marco situacional adverso, incluso hostil para la mujer que, no contó durante siglos con el beneficio de la educación hasta la fundación de este tipo de establecimientos, donde éste, precisamente, se puede contar como uno de los pioneros, en él se educaron muchas mujeres que han sido un aporte a la sociedad chilena en sus diferentes ámbitos, ya que además, queda claro que, fue ícono en el proceso de la continuación de estudios de la mujer.
Es en el plano de la educación donde se expresa con mayor fuerza lo patriarcal del dominio masculino. Recordemos que, dentro del contexto post guerra del Pacífico las mujeres de los mártires del pueblo en su condición de viudas iletradas, no podían ni siquiera conseguir una indemnización ni pensión para alimentar a sus hijos; ahí se expresó la solidaridad entre mujeres, ya que gracias a aquellas que habían podido acceder en sus hogares a la lectoescritura ayudaron a estas mujeres pobres que no sabían escribir ni leer y que, sin una petición escrita no podrían acceder a beneficio alguno. (“Cartas de mujeres coquimbanas” del historiador Joel Avilez)
También fue la ilustre Gabriela Mistral, quien cumplió labores de inspectora en el colegio en cuestión, quien en 1906, a temprana edad, exige perentoriamente, la instrucción de la mujer (y de los trabajadores) a través de un discurso revolucionario, quien detalla antecedentes drásticos respecto de la discriminación de la cual son objeto las mujeres y principalmente, sobre la desigualdad de la mujer con respecto de los hombres en la instrucción y el alfabetismo; una voz que fue importante en la apertura del tema feminista y las acciones futuras.
No cabe duda que, a través de la muestra de antecedentes narrados por Gabriel Canihuante y Orieta Collao, hay un formato lingüístico fluido, comprensible, entretenido y con muchos detalles interesantes centrados, principalmente, en la figura y alma de la mujer y sus luchas por un acceso igualitario a la educación.
Hay un gran predominio de antecedentes históricos desde los orígenes de esta importante institución educativa, sacados a la luz para el conocimiento de todos y todas: el o los contextos que rodean su fundación, la defensa de la educación de la mujer, pormenores de su fundación e infraestructura, los profesores fusilados en dictadura por la caravana de la muerte, entre ellos el ilustre maestro de música Jorge Peña Hen, la fractura institucional, los tiempos difíciles y tiempos de gloria, sus liderazgos, ex alumnas destacadas y más. Indudablemente, un gran trabajo de investigación bibliográfica y también de obtención de información a través de testimonios directos, evidencias visuales, visuales fotográficas y escritos antiguos.
EN LO PERSONAL
En el año 1985, hice mi práctica profesional como profesora de Castellano (hoy, lenguaje y comunicación) en el Liceo de Niñas Gabriela Mistral; jamás olvidaré a mi mentora señorita Nora Peña, quien me situó en el campo de la pedagogía y me dio la visión valorativa de la enseñanza del idioma y la literatura, como único eje transformador de la sociedad; ahí, justamente en ese establecimiento educacional fue que sentí por primera vez el gran amor por mi carrera profesional, en medio de niñas mujeres y mujeres profesionales que, en su mayoría, eran reforzadas en su discurso feminista en plena dictadura.
Mi homenaje a la gran profesora de Castellano Nora Peña cuya asesoría, enseñanza y evaluación de práctica me entregaron el amor por la educación en el glorioso Liceo de Niñas Gabriela Mistral.
 
								






