La ciudadela inca de Machu Picchu, ubicada en el sur de Perú, corre el riesgo de perder su condición de «Nueva Maravilla del Mundo» si persisten problemas como el exceso de turismo sin una gestión sostenible, el alza de precios, la posible afectación al patrimonio histórico y prácticas irregulares relacionadas con la venta de entradas, advirtió la organización New 7 Wonders.
Lea también: Vivian Wilson, hija trans de Elon Musk debuta en la Semana de la Moda de Nueva York
En un comunicado difundido este lunes por medios locales peruanos, la entidad señaló que «los principales responsables de la toma de decisiones» a nivel del Gobierno nacional, local y del Congreso peruano «han recibido desde hace tiempo» sus propuestas para «implementar un plan estratégico de transformación de Machu Picchu».
COMUNICADO
El comunicado recalcó que «La permanencia, justificable y creíble, de Machu Picchu como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo bajo nuestra jurisdicción depende de ello, lo cual sigue siendo nuestro objetivo primordial», y fue firmado el sábado pasado en Zurich por el director de la organización, Jean-Paul de la Fuente.
Recordó que Machu Picchu fue elegida por votación popular en internet en 2007 como una de las «Nuevas 7 Maravillas del Mundo» y desde entonces se ha consolidado como «un símbolo de orgullo para el Perú y un patrimonio New 7 Wonders de valor universal».
ORGANIZACIÓN
Además, la organización mencionó que la ciudadela enfrenta en los últimos años «conflictos sociales, descoordinación entre instituciones y empresas turísticas, y quejas reiteradas por parte de los visitantes», lo que «podría seguir afectando la imagen del Perú» e incluso «comprometer la credibilidad de Machu Picchu» como una de las «nuevas 7 maravillas del mundo».
Por ello, insistieron en la necesidad de «continuar trabajando en conjunto, con la participación de todos los niveles de gobierno, las comunidades locales y el sector privado, para garantizar la protección y la adecuada gestión de Machu Picchu».
INCREMENTO DE VISITANTES
El ministro de Cultura de Perú, Fabricio Valencia, informó el viernes pasado ante el Congreso peruano que el Gobierno estima que más de 1,5 millones de turistas visitarán Machu Picchu durante 2025, luego de que ya se hayan vendido más de 1,4 millones de entradas desde inicios de año.
Estas cifras superan el récord histórico de visitantes registrado en 2019, y Valencia atribuyó este aumento a recientes mejoras en la administración de la ciudadela, especialmente en la venta de entradas y la extensión de los horarios de atención.
TEMPORADAS
Actualmente, Machu Picchu admite hasta 4.500 visitantes diarios en la temporada regular, de noviembre a junio, y hasta 5.600 por día en temporada alta, de junio a noviembre.
Sin embargo, el mismo día de los anuncios, se informó que el traslado de los nuevos autobuses destinados al transporte de turistas hacia la ciudadela quedó temporalmente suspendido tras denunciarse un sabotaje en el tren que debía trasladarlos.
La empresa Perú Rail, operadora de los trenes que llegan a la zona, reportó un presunto sabotaje en sus unidades y señaló que solo reanudará operaciones «cuando se tengan las garantías necesarias para un traslado seguro».
Los autobuses pertenecen a una nueva compañía que ganó la concesión del servicio de transporte desde el pueblo de Machu Picchu hasta la entrada de la ciudadela, ubicada en lo alto de una montaña selvática en la región del Cusco.
Ante esta situación, las comunidades locales han llevado a cabo protestas desde el miércoles pasado, denunciando la inacción de empresas y autoridades para evitar que los turistas se vean afectados por la falta de transporte, lo que ha provocado suspensiones en los trenes que llegan a Machu Picchu pueblo.