En un giro inesperado, aplazan nuevamente la audiencia de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, programada inicialmente para esta semana.
El juez Michael Jesic decidió reprogramarla para el 30 y 31 de enero de 2025, para decidir si merecen una nueva sentencia.
La decisión de posponer los nuevos descargos surge en un momento crucial, ya que la defensa argumenta haber encontrado pruebas adicionales que podrían cambiar el veredicto original.
Se tratarían de antecedentes que demuestran que sí hubo abuso sexual infantil por parte de su padre, José Menéndez.
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Joseph Lyle y Erik fueron condenados en 1996 por el asesinato de sus padres, a juicio de las autoridades “a sangre fría”. Este año se cumplen 28 años desde su encarcelamiento.
Sin embargo, el caso regresó a la palestra pública con fuerza tras la publicación de una serie en Netflix, que reaviva la hipótesis del abuso.
El Juez Jesic aseguró que necesita más tiempo para revisar a detalle el caso. Además, a raíz de las elecciones, se cambió al fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, quien también necesita preparar su estrategia.
Este cambio en la fiscalía se produce en un contexto de mayor escrutinio público y mediático sobre la justicia en casos de alto perfil.
Los nuevos alegatos deberán ser presentados antes del 17 de enero, para el desarrollo de la audiencia fijada el 30 de enero, que podría extenderse hasta el 31.
Esta sería la primera vez en décadas que se verían los rostros de los Menéndez, de forma virtual, quienes hoy tienen 56 y 54 años.
Se espera que la audiencia de enero arroje nueva luz sobre las circunstancias del caso.
Mientras tanto, los hermanos seguirán en prisión a la espera de los próximos pasos, que finalmente podrían llevarlos a la libertad.