En épocas de descanso como vacaciones de invierno o verano, algunas dinámicas familiares representan momentos de alegría y unión familiar, pero para otras, estas fechas pueden convertirse en un desafío logístico y emocional.
La organización del régimen de visitas durante las festividades requiere no solo cumplir con los acuerdos legales, sino también garantizar la estabilidad emocional de los hijos, priorizando siempre su interés superior.
El interés superior de la niña o el niño debe ser el eje central al planificar las festividades y evitar conflictos que puedan afectar la relación paterno-filial.
Lea también: Vacaciones de Invierno 2025: Revisa las fechas por región.
RÉGIMEN DE VISITAS
El régimen de visitas, reconocido por la legislación chilena a través de la Ley de Tribunales de Familia, establece que los hijos tienen el derecho fundamental de mantener un contacto constante y significativo con ambos progenitores, independientemente de su situación de convivencia.
«Es importante tener regulada la RDR porque es la única forma de asegurar el cumplimiento de esta, y puede ser por medio de una mediación, transacción o sentencia, de modo que si hay incumplimiento se pueda obtener la compensación de los días perdidos», explica Natalia Reyes, abogada experta en Derecho Familiar.
Esta regulación busca asegurar la continuidad de los vínculos paterno-filiales en beneficio del desarrollo integral de los niños.
INCUMPLIMIENTO
Desde la perspectiva legal, el incumplimiento del régimen de visitas puede generar sanciones o derivar en disputas legales que no solo afectan a los padres, sino que también impactan emocionalmente a los niños y niñas.
«La obstrucción de la RDR genera heridas profundas en los hijos, son los niño/as quienes reciben el impacto de las disputas de los adultos, porque cuando crees que dañas al otro progenitor en realidad estás afectando a tu hijo, lo que puede derivar en medidas de protección)», fundamenta la experta en Derecho Familiar.
Por ello, los expertos recomiendan seguir los acuerdos establecidos, o en su defecto, buscar mediación a través de los Tribunales de Familia para resolver cualquier diferencia de manera civilizada y en favor de los derechos del niño.
RECOMENDACIONES
1. Tener regulado por medio de tribunales la RDR (relación directa y regular) y no tener acuerdos de palabra.
2. Cumplir la relación directa y regular porque si faltas tu hijo probablemente se quedará esperándote, y si lo obstruyes tu hijo será el único afectado. Los adultos entendemos lo que ocurre y es nuestra responsabilidad velar por el interés superior de los niños.
3. Tener completa claridad de las fechas, en que retiran y reintegran al hijo a su hogar, tanto el padre, la madre y los hijos.
4. Qué los niños puedan tener contacto telefónico o video llamada con el progenitor que no estén en dicha festividad y que los adultos faciliten el contacto, siempre pensando en el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
«Es importante la comunicación entre los progenitores, donde ambos puedan saber en qué lugar se encuentran sus hijos y con quienes comparten», enfatiza Natalia Reyes, subrayando que, cuando los padres trabajan juntos, las festividades pueden convertirse en momentos inolvidables y libres de tensiones.
En casos de desacuerdo irreconciliable o incumplimiento del régimen de visitas, los tribunales de familia están disponibles para intervenir y garantizar el respeto de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Estas instancias también pueden ofrecer soluciones a través de mediación.
Para gestionar una solicitud de régimen de relación directa y regular (visitas), es necesario iniciar un proceso de mediación familiar, ya que este trámite es obligatorio. Consulte los pasos para presentar la solicitud de mediación en Chile Atiende.