Reino Unido aprueba proyecto de ley para expulsar migrantes a Ruanda. El primer ministro británico, Rishi Sunak, logró ayer mates la aprobación de su polémico proyecto de ley que busca expulsar a migrantes indocumentados a Ruanda.
La votación tuvo lugar en la Cámara de los Comunes, superando una rebelión interna dentro de su propia mayoría. El texto ahora debe pasar por la aprobación de la Cámara de los Lores.
La aprobación del proyecto representa un logro político para Sunak, quien había prometido poner fin a la llegada de embarcaciones de migrantes a las costas británicas. A pesar de la resistencia dentro de su mayoría conservadora y de dos días de debates intensos en el Parlamento, el texto fue aprobado en tercera lectura en la Cámara de los Comunes con 320 votos a favor y 276 en contra.
La aprobación está ahora en la Cámara de los Lores
El proyecto pretende abordar las objeciones previas de la Corte Suprema británica, que consideró ilegal una versión anterior del proyecto debido a preocupaciones sobre la seguridad de los solicitantes de asilo enviados a Ruanda. Según la propuesta, los casos de los migrantes, independientemente de su origen, serían examinados en Ruanda, y solo podrían regresar al Reino Unido en caso de éxito en obtener asilo en el país africano.
Durante el proceso de revisión, varios diputados conservadores intentaron en vano endurecer el texto mediante enmiendas, buscando limitar el derecho de los migrantes a apelar su expulsión.
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El proyecto, anunciado en abril de 2022 para desalentar el flujo de migrantes en pequeñas embarcaciones a través del canal de la Mancha, se ha enfrentado a obstáculos legales y críticas de organizaciones humanitarias. A pesar de los intentos del Gobierno de salvar el proyecto mediante un nuevo tratado con Ruanda, algunas disposiciones no han podido implementarse.
La aprobación final del proyecto de ley dependerá de la Cámara de los Lores, y su futuro es incierto, ya que los laboristas han prometido derogarlo si ganan las elecciones generales de otoño. Además, medidas más duras podrían afectar la asociación con Ruanda, que ya ha recibido significativas contribuciones económicas del Reino Unido.
