Tres miembros de la Familia Real enfrentan desafíos de salud relacionados con el cáncer: Sarah Ferguson, Kate Middleton y el propio Rey Carlos III.
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En cuanto al caso del monarca, se ha mantenido cierta discreción sobre su estado en los medios oficiales vinculados a la Realeza. En febrero pasado, cuando se detectó la enfermedad, su entorno comunicó que se había diagnosticado a tiempo, lo que generó cierto optimismo.
ENTREVISTA
Sin embargo, el fin de semana pasada, fue su sobrino Peter Phillips, hijo de la Princesa Ana, quien compartió detalles durante una entrevista con Sky News Australia.
«Está frustrado por no poder seguir adelante y hacer todo lo que quiere. Pragmático, aunque entiende que hay un periodo de tiempo en el que necesita centrarse en sí mismo», explicó. Phillips también mencionó que el monarca podría estar «bastante molesto» con su equipo médico.
«Siempre está presionando a su personal y a todos, sus médicos y enfermeras, para que le puedan decir: ‘¿Puedo hacer esto o aquello?», agregó.
NORMALIDAD
«Creo que el mensaje predominante sería que obviamente está muy interesado en volver a una forma de normalidad y probablemente está frustrado porque la recuperación está tardando un poco más de lo que probablemente le gustaría», concluyó.
Es importante destacar que Carlos se encuentra mayormente dedicado a labores administrativas en su residencia real durante este tiempo de convalecencia.
