El test rápido de VIH es una de las alternativas más usadas en la actualidad para detectar el virus, como un complementario al tradicional examen de sangre.
A raíz de la reciente revelación del periodista Andrés Caniulef, quien confesó que tiene el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) desde hace 8 años, se reabrió la discusión de la prevención y los exámenes para detectarlo.
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Una de las vías que se ha hecho popular en Chile debido a las campañas de detección y prevención es el «test rápido».
En 2019 el Ministerio de Salud lanzó la campaña ‘Es positivo saber’ para enfrentar la crisis por el aumento de casos en el país.
Desde entonces, se comenzó a utilizar con más frecuencia el test rápido de VIH por la rapidez de los resultados, especialmente en dispositivos móviles desplegados en el país.
Se trata de una prueba de detección que utiliza una muestra de sangre de la yema del dedo para identificar la presencia de anticuerpos contra el VIH.
Los resultados se obtienen en aproximadamente 10 a 20 minutos.
Si la opción obtenida es «reactivo», se debe realizar una prueba más específica para confirmar o descartar la infección.
En Chile, puedes realizarte el test rápido de VIH gratuitamente en centros de salud públicos como hospitales y Centros de Salud Familiar (Cesfam).
También está disponible en laboratorios privados y a través de organizaciones que realizan testeos en puntos estratégicos.
Además, se ha implementado el autotesteo de VIH, donde el propio paciente realiza la prueba en un entorno privado.
Es importante destacar que en en algunos centros asistenciales hay que agendar hora para realizarlo.
Por último, el examen es voluntario y confidencial, y solo quien se realice el examen es quien conocerá los resultados.
Se recomienda realizarse el test al menos una vez al año, idealmente cada seis meses, especialmente si se ha tenido relaciones sexuales de riesgo.