Este 28 de diciembre se conmemora en Chile y en gran parte del mundo hispanohablante el Día de los Santos Inocentes, una fecha tradicionalmente asociada a las bromas, engaños inofensivos y noticias que invitan a desconfiar —al menos por hoy— de todo lo que se lee o escucha.
Aunque en la actualidad la jornada se vive con un tono lúdico y humorístico, su origen es profundamente religioso. La conmemoración surge a partir del relato bíblico que narra la matanza de niños menores de dos años ordenada por el rey Herodes, quien buscaba eliminar al recién nacido Jesús, según el Evangelio de Mateo.
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La tradición los recuerda como los ‘santos inocentes’, ya que fueron víctimas de una persecución injusta.
TRADICIÓN
Con el paso de los siglos, la fecha perdió su carácter solemne y se transformó en una tradición popular marcada por el humor y la picardía.
Así, las bromas entre familiares, amigos y compañeros de trabajo se volvieron habituales, al igual que los titulares ingeniosos o anuncios falsos que suelen circular en medios y redes sociales, cerrando con el clásico “inocente”.
Eso sí, especialistas en convivencia digital recuerdan que estas bromas deben realizarse con responsabilidad, evitando la desinformación o situaciones que puedan generar alarma o confusión, especialmente en un contexto donde las noticias falsas se difunden con rapidez.
En definitiva, este día invita a reír, a tomarse las cosas con liviandad y a dudar un poco más de lo habitual, porque hoy —más que nunca— no todo lo que parece real lo es… al menos hasta mañana.







