El presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, se enfrentó el 26 de junio pasado a lo que describió como un intento de golpe de Estado. Un grupo de militares liderados por el general Juan José Zúñiga, entonces comandante de las Fuerzas Armadas, intentó sin éxito invadir la sede del gobierno. Zúñiga y al menos otras 20 personas fueron arrestados. Ahora Evo Morales quiere postularse a la presidencia.
Sin embargo, el presidente Arce no parece preocuparse tanto por nuevos levantamientos militares como por la oposición interna dentro de su propio partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).
El expresidente Evo Morales, su antiguo aliado, ahora compite con Arce por la candidatura presidencial del MAS para las elecciones de 2025. Morales ha desafiado esta decisión y afirma tener derecho a presentarse.
EVO MORALES
Arce, quien fue ministro de Economía bajo los gobiernos de Morales, ha acusado a la facción «evista» del MAS en la Asamblea Legislativa de boicotear a su gobierno.
El presidente también criticó la persistencia de Morales en presentarse nuevamente a pesar de la división que esto genera dentro del partido y del país. Arce ha subrayado la importancia de que las organizaciones sociales, fundadoras del MAS, determinen el curso del partido y sus candidatos.
DESAFÍOS ECONÓMICOS
En cuanto a los desafíos económicos, Arce defendió su gestión frente a la recesión heredada, destacando avances en la negociación para la industrialización del litio, crucial para la economía boliviana.
A pesar de la crisis económica inicial, aseguró que Bolivia está en camino hacia una recuperación estable.
En resumen, Arce enfrenta tanto desafíos internos dentro del MAS como presiones externas relacionadas con los recursos naturales, mientras lucha por mantener la estabilidad política y económica de Bolivia en un período crucial previo a las elecciones de 2025.
