Uber ha acordado pagar 271,8 millones de dólares australianos (unos 178 millones de dólares estadounidenses o 163 millones de euros) a más de 8.000 operadores y titulares de licencias de taxis y coches de alquiler en Australia por pérdidas de ingresos durante la entrada de la multinacional al país oceánico, según informaron fuentes legales este lunes (18.03.2024).
El acuerdo entre Uber y los taxistas, que representa la quinta suma más alta para resolver una demanda colectiva en la historia del país oceánico, fue alcanzado durante el proceso judicial tras una denuncia iniciada en 2019 en el Tribunal Supremo del estado de Victoria, cuya capital es Melbourne.
«El Tribunal tendrá que aprobar el acuerdo por ser favorable a los intereses de los miembros del grupo y ahora se está trabajando en ese proceso», anunció hoy en su página web la firma de abogados Maurice Blackburn, que representa a los demandantes.
UBER
El director de Maurice Blackburn Lawyers, Michael Donelly, explicó que durante el litigio Uber «luchó con firmeza», aunque el acuerdo establece «claramente» la responsabilidad de la multinacional, según declaraciones transmitidas por la cadena pública australiana ABC.
Por su parte, Uber destacó en un comunicado que con el acuerdo espera resolver las controversias con los taxistas y conductores de coches de alquiler, recordando que desde 2018 ha realizado contribuciones «significativas» para compensar a este sector.
Uber también señaló que cuando comenzaron sus operaciones hace más de una década en Australia, no existían regulaciones sobre el uso compartido de vehículos en ningún lugar del mundo, «y mucho menos en Australia».
TRANSPORTE
Sin embargo, en la actualidad sus actividades están reguladas y forman parte de los servicios de transporte del país.
La valoración actual de Uber es de aproximadamente 160.000 millones de dólares estadounidenses (146.928 millones de euros), y la empresa es líder en el sector del transporte compartido, con presencia en 72 países.
En varios países, incluyendo España, los taxistas han expresado su preocupación o han llevado a cabo protestas debido a la competencia que representa Uber y otras empresas de vehículos de alquiler con conductor (VTC), exigiendo regulaciones más estrictas en el sector.
