«Catalina era una mujer alegre, optimista, inteligente, llena de energía y ganas de vivir (…) Pasó los primeros años sin problemas, querida por sus pares y profesores. Hasta que en 2022 inició el internado. Un lugar donde está normalizado el maltrato a los internos en las carreras de la salud», relata Carolina Cors en su denuncia.
FAMILIA DE CATALINA
Según el relato de la familia, la estudiante fue injustamente reprobada en dos ocasiones durante su internado.
Además, sufrió malos tratos por parte de sus tutoras, enfrentando jornadas extenuantes de hasta 11 horas diarias, atendiendo a veces hasta 12 pacientes en 45 minutos y muchas veces «sin supervisión».
La madre afirma que Catalina buscó ayuda en repetidas ocasiones en la dirección de su escuela, pero nunca recibió una respuesta. En una carta, Carolina menciona que, hasta 17 días después del fallecimiento de Catalina, la comunidad universitaria de los Andes aún no estaba al tanto del trágico suceso.
DENUNCIA
La Universidad de los Andes respondió a la denuncia con un comunicado expresando su pesar por el fallecimiento de Catalina y el sufrimiento de su familia, amigos y allegados.
Anunciaron una exhaustiva investigación para determinar posibles responsabilidades y revisar el sistema de prácticas y relaciones con los campos clínicos, con el objetivo de garantizar un ambiente seguro para los estudiantes.
El comunicado concluye reafirmando el rechazo total a cualquier forma de maltrato y el compromiso de asegurar un ambiente de aprendizaje respetuoso y acogedor, donde se fomente el diálogo y la escucha.
