Casas de estudios se fusionaron para crear instrumento que medirá autonomía funcional de personas mayores en Chile
Se estima que el 20 por ciento de la población chilena está conformada por personas mayores.
Grupo en los que la prevalencia de enfermedades no transmisibles como la hipertensión arterial, la diabetes o el estrés es alta.
Importante apuesta
Conocer la capacidad de ese porcentaje de la población para realizar de forma independiente las diversas tareas requeridas en la vida diaria, es lo que llevó al académico de la Universidad de Las Américas, Dr. en Actividad Física y Salud, Álvaro Huerta, a dirigir un importante proyecto.
“Autonomía funcional de personas mayores chilenas: Creación de la escala nacional GDLAM”.
Aquí trabajan colaborativamente investigadores de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) y la Universidad Santiago de Chile (USACH), con el patrocinio del Instituto Nacional de Deportes (IND).
“La iniciativa tiene por objetivo crear puntos de corte de una batería de pruebas que buscan determinar la autonomía funcional de las personas mayores que viven en la comunidad”.
“Nosotros llevamos trabajando con personas mayores aproximadamente cuatro años y, dentro de esos proyectos, trajimos una escala, una batería de pruebas que fue creada en Brasil»
«La que actualmente, se está aplicando en varios países de Hispanoamérica, y queremos instaurarla en Chile”, explicó el Dr. Álvaro Huerta.
Previamente, se trabajó en la determinación de la fiabilidad de la batería de pruebas con población mayor chilena.
Este año, se espera evaluar a 2000 personas mayores, entre ellos, a los que participan en los programas de actividad física del IND, para identificar los puntos de corte.
Un conjunto de pruebas
El académico de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la UPLA, Sergio Galdames, explicó que:
Este trabajo desarrollará una escala con los puntos de corte para saber por rango etario y por género, cuándo la persona tiene una baja, buena o muy buena autonomía funcional.
Para lo anterior, se aplican 5 pruebas que permiten evaluar la autonomía funcional, como expresa al profesor Galdames.
“Por ejemplo, considera la prueba de caminar diez metros».
«El nivel de autonomía lo va a dar el tiempo que tarda en esa prueba. Entonces, se entiende que, a menor tiempo mayor funcionalidad», explicó.
«También otra prueba, es ponerse y sacarse una camiseta. ¿Qué es lo que demuestra? La funcionalidad que tiene para poder vestirse de manera autónoma”.
Igualmente, considera levantarse de una silla, deambular por la casa e incorporarse desde el suelo.
“La prueba de levantarse del suelo de posición decúbito ventral, es una prueba súper interesante que, de hecho, a raíz de un artículo que ya estoy terminando, es una prueba que dice mucho de la autonomía, porque nuestra población no tiene la costumbre de incorporarse».
Por ejemplo, desde el suelo, como sí lo tienen otras culturas. Eso demuestra que la cultura es muy importante para preservar la autonomía”, agrega Galdames.
Trabajo en conjunto
En estos días los académicos realizan evaluaciones con personas mayores de Quintero y Valparaíso.
Para esta última comuna, el equipo investigador se reunió en la Universidad de Playa Ancha con participantes de los talleres del IND de Valparaíso.
A ellos les explicaron los objetivos del proyecto y las pruebas que se aplicarán, de forma de cerrar junio con 100 personas evaluadas. Julio lo dedicarán a la comuna de Viña del Mar.
A la experiencia, se sumaron también estudiantes de Pedagogía en Educación Física y Tecnología en Deportes y Recreación de la UPLA, que se capacitaron para la aplicación de las pruebas.
Proyectos unidos
La antesala de esta iniciativa fue un proyecto de la UPLA de 2022, financiado por el Fondo Social CreaLab de la Dirección General de Vinculación con el Medio, referido a la recuperación de la autonomía funcional de personas mayores de la región de Valparaíso.
Luego, en 2023, la UDLA con un proyecto financiado por Vinculación con el Medio de la institución, evaluó a 100 personas de la región de Valparaíso.
Este año, la meta es evaluar a 2000 personas mayores de 60 años con fondos de la Vicerrectoría de Investigación de dicha Universidad y la colaboración de la UPLA, la USACH y el IND.
