Rusia acusa a periodistas extranjeros de espionaje en zona de conflicto
Los servicios de seguridad rusos (FSB) han abierto nuevas investigaciones penales contra dos periodistas australianos y un reportero rumano, acusándolos de cruzar ilegalmente la frontera desde Ucrania para realizar reportajes en la región de Kursk, que está en medio de un conflicto tras la ofensiva sorpresa lanzada por Ucrania el pasado 6 de agosto.
Los periodistas australianos Kathryn Diss y Fletcher Yeung, de la cadena ABC, y el rumano Mircea Barbu, del medio HotNews, se enfrentan a cargos que podrían llevar a penas de hasta cinco años de prisión.
Estas acusaciones forman parte de una creciente campaña de Rusia para reprimir a los periodistas extranjeros que informan desde áreas bajo control ucraniano en suelo ruso.
Las autoridades rusas han investigado al menos a 12 periodistas
Desde agosto, las autoridades rusas han investigado al menos a 12 periodistas, incluidos profesionales de medios como CNN, Deutsche Welle y RAI, por casos similares de cruce ilegal en la región de Kursk.
Según el FSB, estos periodistas habrían entrado en territorio ruso bajo la protección de las fuerzas ucranianas.
Moscú ha declarado ilegales estas actividades y ha emitido órdenes de captura contra varios de los periodistas implicados.
Kursk se ha convertido en un punto clave del conflicto
Desde que las fuerzas ucranianas tomaron el control de varias localidades en la región de Kursk, el área se ha convertido en un punto clave de conflicto, marcando la primera incursión militar extranjera en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.
Esto ha intensificado las tensiones y la vigilancia en la zona, lo que ha llevado a la persecución de periodistas extranjeros que cubren el conflicto.
También han tomado medidas contra extranjeros
Además de los cargos contra los periodistas, el gobierno ruso ha comenzado a tomar medidas legales contra ciudadanos extranjeros involucrados en el conflicto.
Las autoridades rusas arrestaron a Stefan Hubbard, un ciudadano estadounidense de 72 años, bajo la acusación de actuar como mercenario al servicio de Ucrania.
Estas acciones reflejan un endurecimiento de la postura rusa tanto frente a periodistas como contra personas vinculadas con el conflicto
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— Raúl Sánchez Costa (@rsanchezcosta) September 27, 2024
