Durante las últimas semanas varios hechos de violencia han quedado registrados en diferentes centros de salud. Desde insultos hasta violencia física es lo que sufren los trabajadores que están día a día atendiendo pacientes.
En conversación con Las Últimas Noticias, la presidenta de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipal (Confusam), relató que incluso llegan a tener que soportar que grupos armados irrumpan a los recintos.
Aseguró que «llegan armados, disparando, exigiendo que no se contacten ni se atienda a la población. En algunos lugares, llegan en moto, provocando miedo y terror con las armas que traen».
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Ante estos hechos, han exigido que se tomen medidas de protección en los centros de salud. Por ejemplo, tras un ataque al Centro de Salud Familiar Cardenal Raúl Silva Henríquez, en Bajos de Mena, las autoridades decidieron instalar un punto fijo de Carabineros.
Aunque este no es un fenómeno actual, en ese mismo CESFAM, según datos de transparencia de la Municipalidad de Puente Alto, en 2022 se registraron 20 agresiones, que fueron verbales, físicas o amenazas. En el 2023 disminuyeron a 11, pero solo entre enero y marzo de este año se registraron 7, que incluyó un episodio de acoso sexual a una TENS, cifra que ha crecido durante el año.
De acuerdo a datos del Ministerio de Salud entregados a The Clinic, durante el 2024 se han registrado más de 7.000 casos de violencia en diferentes centros.
Solo en la Región Metropolitana, el 76% de los casos son de agresiones verbales, el 12,6% son por agresiones físicas, mientras que el 3,1% son por violencia sexual.
El vicepresidente de Confusam, Cristian Rodríguez, comentó que «lo que ha empeorado no solo es el aumento de casos, sino también lagravedad de las agresiones. Antes eran insultos, ahora enfrentamos situaciones como asaltos, intentos de violación, golpes e incluso tiroteos».
