Internacional

ONU alerta que violencia en Puerto Príncipe deja 150 muertos en una semana

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Haití
Foto: Publicada en X por @Intelligency225
Actualmente, las pandillas dominan el 80% de Puerto Príncipe

El recrudecimiento de la violencia en Puerto Príncipe ha provocado la muerte de al menos 150 personas en la última semana, elevando a más de 4.500 las víctimas mortales en Haití durante 2024, informó Naciones Unidas (ONU) este miércoles.

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Desde el 11 de noviembre, la violencia se ha intensificado en la capital haitiana, donde una coalición de bandas busca consolidar su control. Actualmente, las pandillas dominan el 80% de Puerto Príncipe, atacando sistemáticamente a civiles, a pesar del despliegue de una fuerza internacional liderada por Kenia.

“Al menos 92 personas han resultado heridas y unas 20.000 han sido desplazadas durante esta ola de violencia”, declaró Volker Turk, jefe de derechos humanos de la ONU, quien advirtió que “lo peor está por venir” si no se toman medidas inmediatas.

REHENES DE LA VIOLENCIA

La población de Puerto Príncipe, compuesta por unos cuatro millones de personas, vive prácticamente como rehén, ya que las bandas controlan todas las rutas principales de entrada y salida de la ciudad. Además, los informes indican un preocupante aumento de linchamientos colectivos en respuesta a la violencia de las pandillas.

Monica Juma, asesora presidencial de seguridad nacional de Kenia, instó al Consejo de Seguridad de la ONU a transformar la actual misión de seguridad en Haití en una operación formal de mantenimiento de la paz, argumentando que podría proporcionar más recursos para contener el conflicto. Sin embargo, la misión actual ha desplegado solo una fracción de las tropas prometidas y menos de 100 millones de dólares de financiamiento.

IMPACTO HUMANITARIO

La violencia y el control de las bandas han agravado la crisis humanitaria en Haití, dejando a 700.000 personas desplazadas, la mitad de ellas niños. La ONU destaca una grave escasez de alimentos, agua y medicamentos, mientras el sistema sanitario está al borde del colapso. Además, los trabajadores humanitarios se enfrentan a constantes amenazas y ataques.

“La violencia de las bandas no debe prevalecer sobre las instituciones del Estado”, afirmó Turk, exigiendo medidas concretas para proteger a la población, restaurar el Estado de derecho y garantizar la asistencia humanitaria en un país devastado por el caos y la inseguridad.

 

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