Desde el oficialismo, el diputado Raúl Soto (PPD) advirtió que “nadie quiere un cucutazo 2.0”. Esto, en medio de cuestionamientos al gobierno por una posible regularización de migrantes.
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La polémica inició tras dichos del subsecretario Luis Cordero, en una actividad de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), instancia donde habló de una “regularización acotada”.
El diputado, agregó que «en medio de una crisis de seguridad, el foco de nuestro gobierno debe seguir, aumentar el control de las fronteras, mantener el proceso de expulsiones y también reutilizar nuestra legislación como se ha venido haciendo, para desincentivar la llegada de más migrantes regulares a Chile».
«No al contrario, como se ha planteado, con la posibilidad de una regularización masiva. Creo que eso no es viable políticamente hoy en día, al menos hasta que la crisis de seguridad y la crisis de migración irregular en Chile esté más controlada», planteó Soto.
«EL GOBIERNO TIENE QUE RECONSIDERARLO»
Por su parte, el diputado independiente-PPD y miembro de la Comisión de Seguridad Ciudadana, Jaime Araya, aseguró que «el gobierno tiene que reconsiderar este anuncio de una regularización acotada a 185.000 personas que ingresaron de manera irregular a nuestro país. Cuando se discutió el control biométrico, nunca se dijo que se iba a utilizar como un insumo para una regularización. En materia de discusión legislativa nunca se habló de esta materia y cada vez que preguntamos respecto de cualquier acción que se estaba haciendo, si iba a haber regularización, se nos dijo que no».
«Por lo tanto, yo solicito que esta medida sea reconsiderada, sea dejada sin efecto, porque esto va a ser un harakiri migratorio, esto va a tener un efecto llamada y vamos a generar una nueva crisis, una ola migratoria con las consecuencias que ya sabemos tan nefastas para el norte del país», finalizó.