El Tribunal de Casación de Francia confirmó la condena contra el expresidente Nicolas Sarkozy por corrupción y tráfico de influencias.
Esta es la primera sentencia definitiva contra el exmandatario, que enfrenta varias causas judiciales.
De todos modos él apelará ante el Tribunal de Estrasburgo, pero igual aceptará la pena de un año de arresto domiciliario con un brazalete electrónico.
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Cuando comparezca ante el tribunal el juez determinará las modalidades en las que llevará el dispositivo y las condiciones de su arresto.
Sarkozy gobernó entre 2007 y 2012.
Pese a que se encuentra alejado de la primera línea política, el expresidente aún mantiene gran influencia en la derecha francesa, e incluso sigue teniendo contactos regulares con el actual mandatario, Emmanuel Macron.
Es el primer expresidente francés que deberá cumplir una condena de arresto.
EL CASO BISMUTH
Bismuth es la identidad falsa que Sarkozy utilizó para tratar de evadir a la justicia ante cargos de corrupción. De ahí el nombre del caso en el que además es juzgado por tráfico de influencias.
Según Radio Francia internacional, en 2013 la justicia lo investigaba por el presunto financiamiento dese Libia de su campaña a la presidencia y comenzó a interceptar su teléfono y los de sus exministros Claude Guéant y Brice Hortefeux.
Los investigadores descubrieron que con el nombre Paul Bismuth compró una de varias líneas con tarjeta de prepago para comunicarse discretamente con su abogado y amigo Thierry Herzog.
Las escuchas telefónicas revelaron que ambos recibieron información secreta sobre procesos judiciales en contra del ahora expresidente de parte del magistrado de la Corte de Casación Gilbert Aziber, además de maniobras para favorecer en ellas a Sarkozy.
Todo, a cambio de convertirse en Consejero de Estado en Mónaco después de su retiro del poder judicial.
OTRAS CAUSAS
El 6 de enero comienza el juicio por el presunto financiamiento ilegal de 2007 con fondos del régimen libio de Muamar Gadafi. Y también por financiamiento ilegal, pero relacionado a su campaña de 2012, en la que habría empleado un sistema de falsas facturas.
Por esta causa, Sarkozy fue condenado en febrero pasado a seis meses de prisión firme y otros tantos exentos de cumplimiento en el juicio en Apelación. Sin embargo, el expresidente recurrió ante el Supremo, el que no se pronunciará hasta el segundo semestre de 2025, informó EFE.