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Exigen destitución de vicepresidenta en Filipinas

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Filipinas
Foto: Publicado en X por @bulatlat
La funcionaria enfrenta tres procesos formales de destitución tras ser acusada de corrupción, sobornos y traición a la confianza pública

Cientos de manifestantes, convocados por partidos opositores y organizaciones de la sociedad civil, exigieron este viernes la destitución de la vicepresidenta de Filipinas, Sara Duterte.

La funcionaria enfrenta tres procesos formales de destitución tras ser acusada de corrupción, sobornos y traición a la confianza pública, en un contexto de creciente tensión con el presidente Ferdinand Marcos Jr.

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«Nuestro compromiso es proteger al pueblo de abusadores y ladrones. ¡Destituyan a Sara ahora!», declaró en Facebook Perci Cendaña, diputada y miembro del partido Akbayan.

Las tres solicitudes de destitución, presentadas en diciembre ante la Cámara de Representantes, permanecen estancadas, lo que ha generado indignación entre los manifestantes.

«Los ciudadanos han cumplido con su deber al presentar estos casos. Ahora el Congreso debe garantizar la rendición de cuentas y la buena gobernanza con acciones concretas», señalaron los organizadores de la protesta.

RUPTURA POLÍTICA Y AMENAZAS

La relación entre Marcos Jr. y Duterte, inicialmente aliada durante la campaña presidencial de 2022, se ha deteriorado hasta convertirse en un conflicto abierto, marcado por amenazas y procesos judiciales.

Duterte renunció al Gobierno en junio de 2024, poco después de que la Cámara de Representantes iniciara una investigación sobre el uso de fondos de Inteligencia.

En noviembre, durante una rueda de prensa con periodistas afines, la vicepresidenta declaró que había dado órdenes de matar al presidente en caso de que ella fuera asesinada.

Tras la controversia generada, matizó que sus palabras no constituían una amenaza real, ya que estaban condicionadas a un escenario hipotético.

Pese a la presión política y social, Marcos Jr. ha expresado públicamente su rechazo a los procedimientos de destitución, argumentando que son complejos y podrían prolongarse durante meses.

El pasado 13 de enero, cerca de 1,5 millones de fieles de la Iglesia Ni Cristo, una influyente comunidad cristiana, tomó las calles de Manila para manifestarse en contra de la destitución de Duterte, evidenciando la polarización del país ante esta crisis política.

 

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