El papa Francisco, internado desde hace 31 días debido a problemas respiratorios, afirmó este domingo que está atravesando «Un tiempo de prueba» en su mensaje del Ángelus, el cual envió por escrito por quinta semana consecutiva.
Desde su última recaída significativa, registrada el 3 de marzo, su estado ha mejorado progresivamente, y el lunes dejó de estar bajo pronóstico reservado.
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Sin embargo, los médicos aún no han determinado una fecha para su alta, y el Vaticano señala que su recuperación será lenta.
«Mientras enfrento un tiempo de prueba, y me uno a tantos hermanos y hermanas enfermos: frágiles en este momento, como yo», escribió el pontífice argentino de 88 años, quien permanece en el hospital Gemelli de Roma recuperándose de una neumonía bilateral. «Nuestro físico es débil, pero aun así nada puede impedirnos amar, rezar, donarnos, ser los unos para los otros en la fe, signos luminosos de esperanza», agregó.
Desde su hospitalización el 14 de febrero, no ha aparecido en público ni se han difundido imágenes suyas.
PARTE MÉDICO
El último parte médico, emitido este sábado por el Vaticano, informó que su estado de salud se mantiene «estable», aunque aún requiere continuar con su tratamiento en el hospital pese a la «mejora gradual».
Esta hospitalización, la más prolongada en sus 12 años de pontificado, ha generado preocupación sobre su continuidad como líder de la Iglesia católica.
No obstante, ha rechazado la posibilidad de renunciar, a diferencia de su predecesor Benedicto XVI, quien dejó el cargo en 2013.
