Este domingo, la secretaria general del Partido Comunista (PC), Bárbara Figueroa, reiteró el llamado a la Democracia Cristiana (DC) para que participe en las elecciones primarias del bloque de centroizquierda, previstas para el próximo 29 de junio.
Durante una entrevista en Radio Nuevo Mundo, Figueroa subrayó que, pese a las diferencias históricas, el PC mantiene una “invitación permanente” a la DC, apelando a su tradición popular y a su distancia de la derecha.
«No obstante las diferencias que la DC ha tenido con nosotros, por parte del PC hemos insistido y vamos a seguir insistiendo hasta último minuto en lo importante que sería que la DC se sume a este bloque de primarias», sostuvo Figueroa.
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Añadió que la preocupación central no es solo la disputa presidencial, sino también la posibilidad de construir un Parlamento con amplias mayorías que permitan impulsar transformaciones estructurales.
La dirigente comunista recalcó que la Democracia Cristiana “sigue siendo un partido que no comulga con la derecha” y recordó su rol en reformas históricas como la reforma agraria. “Es un sector que, evidentemente, está más cerca de nuestras posiciones», insistió, dejando abierta la puerta a un diálogo “sin juicios” y a conversaciones “a puerta cerrada donde corresponda”.
«CORDÓN SANITARIO» CONTRA LA ULTRADERECHA
Figueroa también explicó que la necesidad de convocar a la DC se enmarca en el objetivo de enfrentar a la ultraderecha en la próxima elección presidencial.
“El desafío es que aquí no retrocedamos en derechos y eso está en peligro”, advirtió. Para ello, planteó la construcción de un «cordón sanitario» que impida el avance de sectores políticos que, en su opinión, representan un riesgo para derechos conquistados como la gratuidad en la educación, las garantías laborales y el Ministerio de la Mujer.
“Aquí se juega un proyecto país que es muy distinto al que está proponiendo la ultraderecha. Esto no es lo mismo que Piñera uno ni Piñera dos, esto es más a la ofensiva”, enfatizó.
Finalmente, Figueroa subrayó que el PC hará “todo lo que esté a su alcance para impedir que la ultraderecha llegue al poder”, no solo por diferencias ideológicas, sino por las graves consecuencias que esto podría acarrear para la ciudadanía.
