El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, compareció este martes 10 de junio ante la Corte Suprema, donde negó haber impulsado el intento de golpe de Estado contra el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva. La audiencia se enmarca en la investigación por el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia, ocurrido el 8 de enero de 2023, una semana después de la investidura de Lula.
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El juez Alexandre de Moraes, instructor de la causa, interrogó a Bolsonaro, a quien el exmandatario ultraderechista descalificó públicamente durante su gobierno. En su declaración, negó cualquier responsabilidad en la conspiración y aseguró que sus cuestionamientos al sistema electoral fueron solo “retóricos” y con el objetivo de “mejorar la transparencia”.
“Mi retórica siempre fue parecida. La desconfianza es privativa mía”, declaró Bolsonaro, quien además admitió no tener pruebas de fraude en el sistema electrónico de votación. “Insultaba, decía palabrotas, pero hice lo que tenía que ser hecho”, afirmó.
La Corte Suprema aprobó por unanimidad el inicio del juicio el pasado 26 de marzo. La Fiscalía acusa a Bolsonaro de encabezar una conspiración para desconocer su derrota en las elecciones de octubre de 2022, en las que Lula ganó por un estrecho margen. El plan habría incluido deslegitimar el proceso electoral, alentar protestas frente a cuarteles militares y preparar un decreto para anular los comicios.
SIETE ACUSADOS JUNTO A BOLSONARO
El exmandatario enfrenta cargos junto a siete de sus excolaboradores, entre ellos su excompañero de fórmula y exministro de Defensa, Walter Braga Netto; los exministros Anderson Torres y Augusto Heleno; y el exayudante de campo Mauro Cid.
La acusación incluye cinco delitos: intento de golpe de Estado, pertenencia a organización criminal armada, tentativa de abolición del Estado democrático de derecho, daños agravados y destrucción de patrimonio histórico. La pena combinada podría significar décadas de prisión.
EL TESTIMONIO DE MAURO CID
Mauro Cid, quien firmó un acuerdo de colaboración con la Policía Federal, declaró el lunes que Bolsonaro leyó y editó un borrador de decreto para anular las elecciones. También afirmó que el entonces presidente se negó a actuar contra los campamentos de simpatizantes instalados frente a cuarteles militares, los que más tarde protagonizaron los disturbios del 8 de enero.
Ese día, manifestantes bolsonaristas invadieron y saquearon el Congreso, el Supremo Tribunal Federal y el palacio presidencial. La Fiscalía afirma que los conspiradores buscaban forzar una intervención militar y destituir al presidente elegido legítimamente.
Según el fiscal general Paulo Gonet, el plan incluía incluso un intento frustrado de asesinar a Lula y al juez de Moraes, descartado tras fracasar en sumar apoyo del comandante del Ejército.
Bolsonaro ha reiterado su inocencia y califica las acusaciones como parte de una persecución política en su contra.
#MUNDO| Durante el interrogatorio en su contra por acusaciones de planear un golpe de Estado en 2022, el expresidente Jair Bolsonaro aseguró que siempre buscó “alternativas legales” para enfrentar la derrota electoral ante Lula da Silva.
“Nunca se habló de un golpe de Estado. Un… pic.twitter.com/Ajnc8BzHRT
— ÚltimaHoraCaracol (@UltimaHoraCR) June 10, 2025