Internacional

Las sombras de la cumbre del BRICS

Por Allan Santander

Periodista

BRICS
El presidente brasileño, Lula da Silva (Foto: AP)
La ausencia de Xi Jinping y Vladimir Putin marcará una cumbre del BRICS que ocurre en medio del conflicto entre Irán e Israel y el rol incierto de Brasil como anfitrión.

La próxima cumbre del BRICS, programada para el 6 y 7 de julio en Río de Janeiro, enfrentará un panorama inédito. Por primera vez desde su llegada al poder, Xi Jinping no asistirá a la reunión del bloque. Según medios brasileños, el líder chino enviará al primer ministro Li Qiang en su representación. Tampoco viajará el presidente ruso, Vladimir Putin, cuya situación judicial internacional complica su presencia.

Desde Moscú, el asesor Yuri Ushakov explicó que la decisión responde a la indefinición del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva sobre la orden de detención emitida por la Corte Penal Internacional contra Putin.

“El Gobierno brasileño no ha logrado adoptar una postura clara que permita a nuestro presidente participar en la reunión”, sostuvo. Aunque Rusia no reconoce la autoridad de la CPI, Brasil sí es signatario del tratado y, en teoría, debería cumplir con el arresto si Putin ingresara al país.

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CONFLICTO IRÁN-ISRAEL

Más allá de las ausencias, el telón de fondo del encuentro será el conflicto entre Irán e Israel, especialmente tras el alto el fuego alcanzado con mediación de Estados Unidos. Celso Amorim, principal asesor internacional de Lula, advirtió que el tema será central. “Es inevitable”, declaró a la BBC Brasil.

A su juicio, la tensión actual es tan grave como “la crisis de los misiles durante la Guerra Fría”. También reconoció que Brasil tiene “cero posibilidades” de resolver el conflicto.

Los BRICS ya han condenado los recientes ataques a instalaciones nucleares iraníes, subrayando su “profunda preocupación” y pidiendo el fin inmediato del ciclo de violencia. El comunicado conjunto señala que las consecuencias de las tensiones “para la paz y la seguridad internacionales, así como para la economía mundial, son imprevisibles”.

POSICIÓN DELICADA

Desde hace tiempo, Lula impulsa una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU. Planea volver a plantearla en esta cumbre, argumentando que la actual composición no representa el equilibrio geopolítico del siglo XXI y excluye al Sur Global. Sin embargo, la postura de Brasil frente a Irán, China y Rusia ha generado críticas dentro y fuera del país.

La analista Eliane Cantanhêde, en O Estado de São Paulo, advirtió que Brasil debe mantener su defensa del multilateralismo sin alinearse abiertamente con potencias como Irán o Rusia. “No tendría nada que ganar y podría perder mucho”, escribió.

Desde Estados Unidos, una funcionaria del Departamento de Estado lanzó un mensaje claro: “Este es un momento excelente para que los países de la región decidan de qué lado están: si apoyar a un régimen que es un Estado promotor del terrorismo o elegir otra posición”.

EL ROL DE IRÁN

Aún no se confirma quién representará a Irán en la cumbre. Desde 2023, el país persa forma parte del grupo, y su presencia podría condicionar el tono final del comunicado. Mientras tanto, la diplomacia iraní se activa.

En una entrevista con Globo, el embajador Abdollah Ghadirli declaró: “Cada acción tendrá una reacción”. Afirmó que los ataques a instalaciones nucleares “son una clara violación del derecho internacional” y agradeció a Lula su respaldo. “La declaración brasileña ha sido firme y se ha basado en los derechos humanos y el derecho internacional”, añadió.

Además, para el 28 de junio está convocada una manifestación en San Pablo “en defensa de la República Islámica de Irán”, organizada por instituciones iraníes locales. El evento ha despertado inquietudes debido a la participación de grupos vinculados a figuras bajo investigación, como Taleb Hussein Al-Khazraji, señalado por el fiscal argentino Alberto Nisman como agente del régimen iraní.

LULA PIDE NEUTRALIDAD

Presionado por todos los frentes, Lula intentó desmarcarse del conflicto. “No quiero pelear con nadie. Quiero mantenerme al margen, no quiero problemas en mi vida. Estoy a favor de la paz, no quiero la guerra”, declaró el martes, en un acto oficial.

Según el portal Poder360, desde octubre de 2023, el gobierno brasileño ha emitido 64 comunicados criticando las acciones militares de Israel. Algunos analistas interpretan esta postura como parte de una estrategia para mantener bajo control los precios de los combustibles, altamente sensibles al contexto geopolítico, y proteger así la imagen del gobierno frente a las elecciones del próximo año.

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