Internacional

Otra mala para las mujeres de Irán: No usar hiyab podría significa hasta diez años de cárcel

Agencias

Hasta ahora aparecer en público sin el velo musulmán podía ser castigado con diez días a dos meses en prisión.

El círculo se sigue cerrando en torno a las mujeres iraníes. Basta que den un pequeño paso en torno a reclamar algún derecho para que no solo no avancen, sino que retrocedan.

Esta vez fue el parlamento de ese país el que aprobó una norma que les pone más presión. Ahora las que en la República Islámica no usen hiyab hasta podrían ir presas por infringir la ley de «Apoyo a la cultura de la castidad y el velo». La votación -cómo no, si tanto en el gobierno como en el parlamente los conservadores son mayoría- fue de 152 votos a favor, 34 en contra y siete abstenciones.

No es menor esto, porque el texto fue adoptado cuatro días después del primer aniversario de la muerte de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años que el 16 de septiembre de 2022 fue detenida por la policía por vulnerar presuntamente el estricto código de vestimenta para las mujeres, y cuyo deceso provocó un amplio movimiento de protesta en el país y relanzó el debate sobre uno de los pilares ideológicos de la República Islámica desde la caída del sha en 1979.

LAS PENAS DEL INFIERNO

La nueva ley contiene múltiples prohibiciones y sanciones que atraviesan ampliamente el área de la vestimenta femenina.

Primero están las financieras ante «la promoción del desnudo» o la «burla del hiyab» en los medios y las redes sociales, además de multas y prohibiciones de salir del país para los propietarios de empresas cuya empleadas no utilicen velo.

Según el texto, «los vehículos en los que la conductora o la pasajera no lleve hiyab o vista vestimentas inapropiadas podrán sufrir multas de 5 millones de rials» (unos 10,7 dólares), sin mencionar que además considera «inapropiado» utilizar una vestimenta «ajustada» o que «exhiba una parte del cuerpo».

Luego están las penas de cárcel, donde toda persona que cometa el delito «de no llevar velo o llevar vestimentas inapropiadas en cooperación con los gobiernos, medios, grupos u organización extranjeras u hostiles (a la República Islámica) o de manera organizada, será condenada a una pena de prisión de cuarto grado», es decir, entre 5 y 10 años.

Claramente es un endurecimiento, porque hasta ahora el hecho de aparecer «en público sin el velo musulmán» podía ser castigado con una «pena de prisión de diez días a dos meses».

La ley todavía está como proyecto y es por dos razones. Una es que el propio texto establece que tendrá un periodo de prueba de tres años, pero además necesita ser aprobado por el Consejo de los Guardianes de la Constitución.

RESISTENCIA SOTERRADA

Cada vez más mujeres en Irán salen a la calle con la cabeza descubierta -sobre todo en las grandes ciudades-, cuestión muy mal vista por las autoridades iraníes, que han reaccionado cerrando comercios, especialmente restaurantes, e incluso instalando cámaras en las calles para perseguir a aquellas que desafían la prohibición.

El argumento de los conservadores para obligar al uso del hiyab, es que su desaparición lanzaría un proceso que modificaría de manera profunda las «normas sociales».

Para ellos no parece tener ningún valor lo planteado recientemente por la misión internacional independiente creada por la ONU tras las protestas de 2022, que sostiene que si la nueva ley era adoptada «expondría a las mujeres y jóvenes a crecientes riesgos de violencia, acoso y detención arbitraria».

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