Economía de EE.UU superó las expectativas de crecimiento, creciendo un 3,3% anual, casi el doble de lo previsto por los expertos.
Este sólido desempeño se atribuye a la fortaleza del mercado laboral y los notables aumentos salariales, que respaldan el gasto de los consumidores.
El Producto Interno Bruto (PIB) aumentó un 3,3% en el cuarto trimestre, superando el crecimiento del 4,9% registrado en el tercer trimestre.
Las estimaciones de los economistas, que oscilaban entre el 0,8% y el 2,8%, quedaron considerablemente por debajo del resultado real.
La actividad productiva sigue expandiéndose a un ritmo que supera la tasa de crecimiento no inflacionista sugerida por la Reserva Federal, alrededor del 1,8%.
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La economía estadounidense ha sorprendido al mantener su resistencia, atribuible en parte a la sólida situación del mercado laboral, marcada por la escasez de despidos y significativos aumentos salariales.
Esto ha contribuido a mantener el gasto de los consumidores en niveles robustos. El aumento del gasto público y las tasas de interés cercanas a cero durante la pandemia también han desempeñado un papel clave para evitar una recesión.
A pesar de las expectativas iniciales de una recesión vinculada al rápido aumento de las tasas de interés, muchos economistas han retractado sus previsiones sombrías y ahora anticipan un crecimiento moderado para este año.
En la próxima reunión, se espera que la Reserva Federal mantenga sin cambios su tasa de interés oficial, y dado el informe del PIB, se prevé que pueda considerar recortes en las tasas en el primer semestre del año.
La presión inflacionaria ha disminuido durante el último trimestre, proporcionando un margen para ajustes en las políticas monetarias.
