Habrá Ministerio de Seguridad si hay Ministerio del Interior fortalecido nos señala el columnista de Está Pasando, Víctor Maldonado R.
Crear un Ministerio de Seguridad Pública requiere establecer un reacomodo institucional bastante complejo.
Obliga a dejar bien definidas las atribuciones del Ministerio del Interior y la forma como se continúa con el proceso de descentralización, donde existen autoridades electas y delegadas.
Opiniones para todos los gustos
Concordar este conjunto es tan complejo y permite tener tantas opiniones bien fundadas que es imposible establecer un corte simple entre posturas de gobierno y oposición. En ambos lados hay opiniones para todos los gustos.
Se trata de un problema de diseño disfrazado de ajuste puntual.
La complejidad del tema hace que el debate quede a salvo de las polémicas de campaña.
No se trata de llegar a un punto intermedio entre un gobierno que pide mucho y una oposición que ofrece poco.
No es un tema de cantidad
La solución solo está al alcance de un acuerdo nacional que la mayoría considere buena para el país.
Tal acuerdo no se puede alcanzar partiendo por los artículos y dedicándose a quitar o poner redacciones en particular.
Eso fue lo que se empezó a hacer en la comisión de la Cámara con la propuesta del gobierno y el resultado iba camino de ser un engendro, no porque lo haga la oposición, sino porque así no se hace.
Enfrentar una discusión institucional sin acordar un diseño compartido no produce un Frankenstein porque este era raro, se movía apenas y había que electrocutarlo para que se animara, pero al menos funcionaba.
Dejar programado en cuerpos legales la existencia de autoridades con funciones y atribuciones mal definidas, sobrepuestas y enfrentadas acarrea la parálisis del Estado.
Se generan conflictos sin solución que nos llevarían al desastre
Carolina Tohá esta posibilitando una discusión fructífera capaz de concitar un acuerdo y lo hace como es debido, es decir, proponiendo un diseño armónico.
En esencia, su proposición consiste en dotar al representante regional del Presidente de verdadera autoridad al tener la jefatura política de los seremis.
El Ministerio de Seguridad es concebido como sectorial y no un competidor de Interior, que se ratifica como conducción política de gobierno en las regiones.
La jefatura de gabinete se fortalece al focalizarse en su rol y el gobierno gana en capacidad operativa con la creación de un ministerio especializado.
Especialidad es el verbo
Esto tiene pies y cabeza porque diferencia la decisión política de la implementación completamente dedicada a una tarea.
Si no fuera así, el gobierno se anula al dar directrices contradictorias en situaciones críticas.
La confusión haría que los gobernadores regionales trataran de suplir esta carencia provocando un enredo aún mayor.
Los gobernadores no pueden asumir estas funciones por motivos de coherencia y del alcance de sus decisiones.
Unidad de criterios es indispensable
No se puede tener una estrategia nacional de seguridad y otras regionales con una lógica diferente y aplicar ambas al mismo tiempo en el mismo territorio.
Los terroristas operan por zonas o macrozonas y les da lo mismo la división administrativa del país.
No se les enfrenta con políticas que difieren por demarcaciones administrativas separadas por metros de distancia.
Los puntos de coincidencia entre gobierno y oposición son amplios y los parlamentarios los pueden armonizar. Sería un logro de primera magnitud.
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