Deportes

Beneficios psicológicos de la natación

Descubre cuáles son los beneficios psicológicos de la natación y anímate a practicar esta actividad.

Normalmente, nadar es el deporte que se suele recomendar a pacientes con problemas de espalda. Esta actividad implica un trabajo de los músculos evitando que las articulaciones sufran, puesto que no genera impacto sobre una superficie. También es el complemento perfecto para otros deportes como el running o el ciclismo.

Además de los beneficios físicos, la natación proporciona una serie de efectos positivos relacionados con la salud mental y con la gestión de nuestras emociones.

Cuáles son los beneficios psicológicos de la natación

Estos son los principales beneficios psicológicos de la natación:

  • Mejora la concentración y ayuda a fijar la atención. Se trata de una actividad que contribuye en la gestión de la presión, el estrés y la ansiedad.
  • Mejora nuestra tranquilidad mental.
  • Flotar en el agua está considerado como un método terapéutico de relajación muscular y mental.
  • Reduce los niveles de adrenalina y provoca una sensación placentera y agradable.
  • Debido al aumento de flujo de sangre, mejora la memoria y la claridad mental.
  • Se liberan las famosas endorfinas u hormonas de la felicidad.

¿Cuándo obtendré los beneficios psicológicos de la natación?

La mayor parte de estos beneficios podrás percibirlos desde el primer momento en que te animes a practicar esta actividad. No obstante, si haces natación con regularidad, lograrás liberarte del estrés del día a día. Seguro que saldrás de la piscina totalmente relajado.

Además, lo mejor es que se trata de un deporte que puede adaptarse a cualquier nivel y edad. Puedes practicarlo como hobby, como deporte de mantenimiento o con la finalidad de recuperarte de alguna lesión.

¿Nadar en la piscina o en el mar?

Si estás de vacaciones y dispones de piscina, puedes aprovechar para hacer algunos largos y varios ejercicios de relajación.

Has de tener en cuenta que nadar en el mar resulta un tanto más complejo, especialmente para aquellas personas que no están acostumbradas. Además, debes prestar atención a algunas precauciones, ya que pueden darse corrientes y olas fuertes, por lo que es necesario contar con una base previa para tener resistencia y fuerza.

Te aconsejamos que si nadas en el mar selecciones un día en el que la marea esté tranquila y la visibilidad sea buena. Por otro lado, no olvides llevar el equipamiento adecuado como, por ejemplo, las gafas.

Independientemente del lugar que selecciones, haz varios ejercicios de calentamiento antes de nadar para preparar los músculos.

En resumen, lo ideal es que si eres principiante comiences nadando en una piscina, ya que resulta una zona más segura. Para hacer esta actividad en la playa necesitarás contar con cierta experiencia y tener cuidado con algunos aspectos para que resulte totalmente seguro.

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