Cada día se conocen más detalles sobre el secuestro y asesinato del exmilitar Ronald Ojeda. Uno de los último: uno de los automóviles utilizado en el ilícito, un Chevrolet Sail blanco, pertenece al cuñado de uno de los sospechosos que están siendo buscados.
Se trata del vehículo en el cual Ángel C., el adolescente que es el único formalizado por el caso hasta el momento, y el ahora prófugo Michel Villegas Rodríguez permanecieron varias horas frente al departamento de la víctima el día del rapto.
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Luego de la extracción, a este último los secuestradores le mostraron al exmilitar para que lo grabara con su teléfono celular. Luego borró el video. ¿Para quién era? No se sabe.
Pero da pie a la hipótesis de un servicio por encargo.
PATENTES ORIGINALES
Villegas manejaba el auto y, una vez materializado el rapto, pasó a una Copec de la zona sur de Santiago a cargar bencina, donde pagó con una tarjeta asociada a su nombre y RUT.
Eso quedó registrado en las cámaras de seguridad. También el auto, el modelo, la marca y la patente.
El detalle es que, a diferencia de los otros dos vehículos involucrados en el ilícito, el Chevrolet Sail tenía sus placas originales.
Según publicó Interferencia, el auto pertenece al cuñado de Villegas Rodríguez, quien podría tener una hermana que vive en nuestro país.
SECUESTRO CALIFICADO
Mientras la investigación avanza, hace algunos días el ministerio del Interior amplió la querella interpuesta en el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago a secuestro calificado, que eleva las penas en caso de que un sujeto sea condenado.
Esto, pues el crimen organizado es un “tipo de violencia atenta contra la integridad física y síquica de las personas o su patrimonio o los bienes colectivos de la sociedad, y puede asumir múltiples formas desde la violencia doméstica hasta el actuar del crimen organizado con dimensiones internacionales”.
“Resulta palmario que los hechos constitutivos del delito de secuestro calificado, donde el comienzo de ejecución (…) fue en el domicilio de la víctima, con armas de fuego, constituyen un innegable atentado a la sensación de tranquilidad de un sector determinado de la población”, agrega la presentación.
