En los rincones oscuros y secos de muchos hogares chilenos se esconde un inquilino solitario y silencioso, la araña de rincón (Loxosceles laeta).
La araña de rincón, es un huésped habitual en las casas chilenas, tanto en zonas urbanas como rurales, y requiere atención y precaución.
Su presencia es más notable con el aumento de las temperaturas, lo que acentúa la importancia de estar informados y preparados para actuar ante una eventual mordedura.
¿Cómo es la araña de rincón?
Esta araña es una especie nativa de América del Sur de tamaño pequeño, que tiene un cuerpo que apenas alcanza los 12 mm y patas que se extienden hasta 45 mm.
Su aspecto es fácilmente reconocible: un color café parduzco adorna la mayor parte de su cuerpo, y en su parte dorsal destaca un distintivo patrón en forma de violín.
Dotada de seis ojos y una agilidad sorprendente, la araña de rincón prefiere la oscuridad, lo que explica su actividad principalmente nocturna.
Los expertos advierten sobre la importancia de reconocer y actuar adecuadamente ante una sospecha de mordedura de este arácnido.
Qué provoca su picadura
El Ministerio de Salud identifica dos cuadros clínicos asociados a estas mordeduras: el loxoscelismo cutáneo, presente en el 80% de los casos, y el loxoscelismo cutáneo visceral, menos común pero potencialmente letal.
El loxoscelismo cutáneo se caracteriza por una inflamación intensa y progresiva, con un cambio de color en la piel hacia tonos violetas o azulados.
Por otro lado, el loxoscelismo cutáneo visceral implica un compromiso sistémico debido a la expansión del veneno, lo cual puede ser fatal.
Cómo actuar en casos de una picadura
Ante una mordedura, el Programa de Control de Infecciones de Clínica INDISA recomienda mantener la calma y seguir una serie de pasos: lavar la herida, aplicar hielo, reposar y elevar la extremidad afectada. Si es posible, capturar la araña para su identificación en el centro de salud al cual acuda.
La araña de rincón, aunque no agresiva por naturaleza, se defiende cuando se siente amenazada.
Su mordedura es más frecuente en primavera y verano, y ocurre a menudo accidentalmente, como al vestirse con ropa que ha estado colgada o al dormir.
Para prevenir mordeduras, se sugieren medidas como mantener las camas separadas de los muros, no colgar ropa en ellos, mantener un aseo riguroso en rincones y detrás de muebles, y revisar la ropa y zapatos antes de usarlos.
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