Los problemas de visión en niños y niñas cada vez son más frecuentes. Lamentablemente el uso indiscriminado de pantallas ha incrementado las cifras de menores que presentan alguna discapacidad visual.
Por lo que los controles oftalmológicos en niños y niñas son de suma importancia, estos se realizan con la intención de detectar causas que pueden provocar la pérdida de la visión.
La recomendación general es que todos los niños y niñas deben tener un control entre los 4 y los 5 años. “A esa edad pueden necesitar lentes y no tener síntomas, porque tienen solo un ojo con dificultad o están “acostumbrados a ver mal”.
De acuerdo con su evolución y el diagnóstico tras el primer control se definirá la frecuencia de las siguientes visitas; sin embargo, la primera visita de los niños y niñas es de suma importancia”, explica Claudia Coll, oftalmóloga del Instituto Oftalmológico.
Los métodos del examen oftalmológico que se realiza en estas ocasiones varían según la edad y la colaboración del paciente.
Este examen incluye la agudeza visual (determinar la visión de los menores), la alineación de los ojos y cómo se mueven (en busca de estrabismo), visión de colores, revisión del fondo de ojo y, eventualmente, la aplicación de “gotitas” si se sospecha alguna alteración de la refracción (necesidad de lentes).
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Por su parte, Patricio San Martín, oftalmólogo pediátrico, explica que “el control oftalmológico en los niños es esencial para identificar y tratar a tiempo cualquier problema visual que puedan presentar. Los problemas no tratados pueden afectar su rendimiento escolar y, en casos graves, pueden derivar en problemas permanentes de visión».
«Es fundamental que los padres estén atentos a las señales que indican un posible problema visual en sus hijos. Algunas de estas señales pueden incluir frotarse los ojos con frecuencia, acercarse demasiado a los objetos, entrecerrar los ojos o tener dificultad para leer o escribir», agrega el experto.
El especialista explica que “un buen hábito es llevar a los niños al oftalmólogo al menos una vez al año, incluso si no presentan señales de problemas visuales. Muchos trastornos visuales en niños pueden detectarse mediante exámenes rutinarios y tratarse de manera temprana».
Problemas visuales en niños
En promedio, el 20% de los niños en edad escolar tienen algún problema visual que puede afectar su rendimiento académico, según la Academia Americana de Oftalmología.
Es importante que los padres elijan cuidadosamente los lentes para sus hijos. Estos deben ser resistentes y adaptados a su edad y estilo de vida. Además, es crucial animar a los niños a usar sus lentes regularmente para asegurar una buena corrección visual.
Cómo consejo el oftalmólogo recomienda fomentar una buena higiene visual desde temprana edad. Enseñarles a los niños a descansar la vista cada cierto tiempo al realizar actividades que requieren un enfoque cercano, como leer o usar dispositivos electrónicos, puede prevenir la fatiga visual.
Según la Organización Mundial de la Salud, más del 80% de los casos de discapacidad visual podrían haberse evitado o tratado correctamente si se hubiese realizado un diagnóstico y tratamiento a tiempo.
El uso indiscriminado de pantallas en los niños, desgraciadamente, es una epidemia en el mundo actual, y provoca ciertos efectos negativos en la visión de los niños y adolescentes, con lo cual se favorece la aparición o progresión de miopía en un porcentaje de pacientes.
Cómo cuidar la salud ocular de nuestros hijos
- Asistir a los controles oftalmológicos.
- Protegerse del sol con el uso de lentes de sol y gorro.
- Usar correctamente el bloqueador solar en la cara (ojalá en barra y lejos de los ojos).
- Pasar más tiempo al aire libre (3-4 horas diarias).
- Que el uso de pantallas se reduzca a 2 horas diarias (tablets, celulares, computador. Y no deben ser usadas en menores de 4 años
El control oftalmológico en niños es clave para proteger la salud visual de nuestros seres más queridos. Estar atentos a las señales, realizar visitas regulares al oftalmólogo y fomentar una buena higiene visual son acciones que los padres pueden tomar para garantizar una visión óptima en sus hijos. No olvidemos que el cuidado de los ojos debe ser una prioridad para todos desde temprana edad.
