La primera entrevista oficial que dio el Presidente Gabriel Boric durante su gira por Europa vino con un anuncio.
En su diálogo con Cadena SER, el Mandatario adelantó que convocará a todos los partidos políticos a una declaración conjunta por los 50 años del golpe de Estado en Chile.
Enfatizó que espera “que convengamos todas las fuerzas políticas, independiente de nuestras posiciones actuales, que los problemas de la democracia se tienen que resolver con más democracia y no con menos. Por lo tanto, un golpe de Estado es inaceptable”.
En segundo lugar, recalcó que es necesario llegar al consenso de que “nada, ni las diferencias más agudas, justifican la violación de los derechos humanos de quien piensa distinto, ni de nadie”.
El presidente Boric recalcó que si se logran ambos consensos, él se sentiría satisfecho. Y que es por eso que “vamos a invitar a todos los partidos de Chile a firmar una declaración en ese sentido”.
Finalmente, manifestó que “siempre hay quienes tratan de buscar justificación, según el contexto, del quiebre de la democracia. Yo creo que el quiebre de la democracia de un gobierno legalmente constituido y que ejercía democráticamente sus funciones, es sencillamente inaceptable”.
Respecto de la ultraderecha chilena comentó que «si yo sencillamente me dedico a apuntarlos con el dedo y ustedes son tal por tal, no le hablo a esa primera minoría, porque no es una mayoría absoluta que los eligió».
«Yo tengo el deber de tratar de convencerlos, de entender cuáles son esos temores, qué es lo que están representando, sino uno solo los victimiza y los hace crecer», acotó.
En cuanto a la pérdida de confianza en las figuras políticas, expresó que «hay que lograr dos principios en esto; caiga quien caiga y no meter a todo el mundo en el mismo saco».
“Yo como Presidente de la República lo que afirmo es que cualquiera que esté en esto, sea de mi partido político, de un partido contrario, sea una persona cercano a mí o no, tiene que ser investigado y en caso de ser culpable tiene que ser condenado“, recalcó Boric, agregando que “además esto nos tiene que servir para mejorar el estándar de la colaboración de la sociedad civil con el Estado porque eso es lo que está en discusión ahora en Chile”.
«Cuando un político o un empresario comete un acto de colusión o corrupción, dicen ‘todos los empresarios son iguales, todos los políticos son iguales’, y la verdad es que eso le hace muy mal a la democracia. No todos somos iguales», aseveró.
«Esas distinciones finas hay que saber hacerlas y hay que tener proporción respecto a cuál es el tipo de delito o falta que se comete», dijo.
Además, declaró que «en Chile estamos en un momento de cambio donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer y, por lo tanto, las alianzas políticas aún no cuajan y eso genera un nivel de incertidumbre que hace, efectivamente, más difícil darle consistencia a la comunicación».
