La Corporación de Asistencia Judicial Metropolitana confirmó un segundo robo cometido anoche, de al menos dos computadores, en una de sus oficinas en la capital, esta vez en el Centro de Atención Jurídico Social de La Cisterna. El anterior fue en el Centro de Atención a Víctimas de Delitos Violentos (CAVI) La Granja, de San Ramón.
“En ambos casos se han realizado las denuncias respectivas, ya que los aparatos contenían información sobre causas que ambos centros atendían. No obstante, la información contenida se encuentra respaldada íntegramente en el sistema virtual SAJ”, se dijo en un comunicado.
“Reforzaremos las medidas para prevenir cualquier tipo de delito en contra de las y los funcionarios, mobiliario y materiales de trabajo disponibles para atender a nuestras y nuestros usuarios”, agregaron, a la vez que “lamentamos ser víctima de delitos de esta naturaleza, ya que afectan a nuestros usuarios y usuarias, que son las personas más vulnerables del país y esperamos que los autores de este robo sean llevados prontamente ante la Justicia”.
En declaraciones a 24 Horas, el coronel de Carabineros Gonzalo Araya, prefecto de Santiago Sur de la institución policial, dijo que la forma de operar fue similar en los atracos en La Cisterna y en San Ramón: «Ingresaron por una vía no común y robaron dos computadores».
“No tenemos un dato preciso en estos momentos para relacionar ambos hechos, pero hay indagaciones que nos van a permitir, en definitiva, poder en algún momento establecer la relación o no en ambos casos”, dijo Araya.
Antes de conocerse el atraco de La Cisterna (sí el de San Ramón), el fiscal nacional, Ángel Valencia, se refirió a la seguidilla de robos de computadores en ministerios y reparticiones públicas diciendo que “la Fiscalía Centro Norte decretó un foco investigativo encargando la investigación de estos hechos a la Fiscalía de Alta Complejidad. Eso significa que efectivamente va a investigar todos los robos de características similares ocurridos dentro de su jurisdicción o que advierten que podría haber un modus operandi común”.
Sin embargo, insistió en que “esto no permite ni lleva necesariamente a sacar las conclusiones respecto de las intencionalidades o especular respecto a la internacionalidad de ello”.
