Homicidios en el mundo alcanzó máximo histórico en todo el mundo en 2021.
La principales causas, según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delíto (ONUDD), fue el estrés y las presiones económicas derivadas de los cierres por la pandemia de COVID-19.
La gran mayoría de los países con tasas más altas se ubicaron en Latinoamérica.
Alrededor de 458,000 personas fueron asesinadas intencionalmente en 2021, superando las cifras anuales de entre 400,000 y 450,000 registradas desde que se comenzaron a recopilar datos en 2000, según el Estudio Mundial sobre el Homicidio.
El informe identifica que la escalada de la violencia política o de bandas en países como Ecuador, Myanmar y otros contribuyó a este alarmante incremento. Además, señala que las consecuencias de los confinamientos prolongados afectaron significativamente.
Ocho de los díez países con las tasas más altas de homicidios estan en America Latina
El aumento notable de los homicidios en 2021 podría atribuirse, en parte, a las repercusiones económicas de las restricciones vinculadas al COVID-19, indicó el informe.
Inicialmente, los confinamientos podrían haber disminuido los asesinatos, ya que los posibles agresores permanecían mayormente en interiores y limitaban sus interacciones a su hogar.
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No obstante, a largo plazo, se espera que los efectos sociales y económicos adversos de los confinamientos, como el aumento del estrés, la ansiedad, el desempleo y la pérdida de ingresos, influyan en las tendencias de homicidios, generando un entorno propenso a la delincuencia.
La región de América tuvo la mayor tasa de homicidios, donde ocho de los diez países con las tasas más elevadas se localizaron en América Latina y el Caribe.
Factores como la competencia entre grupos delictivos por el control de los mercados, la debilidad del Estado de derecho y la desigualdad social influyeron en esta tendencia.
Países como Honduras, Jamaica, Trinidad y Tobago, y México estuvieron entre los que registraron tasas de homicidio más altas.
Fuera de América Latina y el Caribe, Myanmar y Sudáfrica también figuraron entre los diez países con tasas elevadas.
El estudio de la ONUDD, que se publica cada cuatro o cinco años, abordó la evolución de la situación hasta 2021, siendo este el último año con datos completos disponibles.
