En su visita a la región del Biobío tras el anuncio de cierre de Huachipato, el ministro de Economía, Nicolás Grau, comprometió la implementación de un plan de Gobierno para impulsar para la economía de la zona, especialmente enfocado en generar empleo.
El nuevo anuncio de suspensión de operaciones de la Siderúrgica conllevará despidos masivos, pues unos 20 mil puestos dependen de la usina en el Biobío.
Luego de reunirse con los sindicatos de la empresa, el secretario de Estado manifestó que la idea del plan es dar “un horizonte laboral a las personas que trabajaban en Huachipato, más allá de las eventuales salidas o acuerdos que tengan con la empresa, en el proceso en el cual los vamos a apoyar”.
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Grau reiteró que la decisión de paralizar la filial del Grupo CAP responde a “la incapacidad de dos empresas (Huachipato y Molycop) de ponerse de acuerdo respecto a cómo tenía que ser su relación contractual de largo plazo, para efectos de darle continuidad a la operación”.
“Quienes estamos acá, ni los sindicatos ni el Gobierno somos responsables de que esto haya ocurrido, pero tenemos que sentarnos a conversar y ver cómo vamos a salir adelante, cómo vamos a fortalecer productivamente esta región para que tengan la capacidad de recuperar estos empleos”, añadió.
APRETADO CALENDARIO
Grau criticó el “apretado” calendario para avanzar en el cierre de las faenas de Huachipato y lamentó que eso restringe la capacidad de responder a tiempo para dar continuidad a las operaciones.
“Todas estas cosas hacen que cualquier alternativa de continuidad a la producción, estatal o no, la tenga muy, muy difícil”, dijo respecto de la solicitud de sindicatos y legisladores de la zona de considerar una compra del Estado de la faena.
«Más allá de si es una buena o mala idea, es muy difícil”, reconoció.
TRES PETICIONES
Ante el panorama actual, Grau pidió tres cosas a CAP.
“Lo primero es que le dé una salida totalmente ejemplar a los trabajadores” en términos de que las indemnizaciones a quienes sean desvinculados “vayan mucho más allá de la Ley”.
Segundo, la cooperación para evitar que las “empresas que le prestan servicios y le venden bienes a Huachipato entren en una situación económica y financiera compleja”.
Y tercero, que “con los recursos que tiene, perfectamente CAP podría poner un fondo importante de muchos recursos para ayudar a la reconstrucción productiva del Biobío”.
Por eso, llamó a la firma controladora de Huachipato a “ayudar a solucionar en parte el problema que ellos generaron”.
Recalcó que, en su momento, “ellos le pidieron al país un esfuerzo excepcional, el país entregó ese esfuerzo excepcional y las empresas fallaron”.
