La UE optó por una pausa estratégica ante Estados Unidos. Este jueves, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que el bloque congelará durante 90 días las contramedidas arancelarias preparadas para responder al nuevo embate de Donald Trump.
La decisión se alinea con la tregua decretada por el presidente estadounidense, que impuso una pausa generalizada de sus gravámenes. Excepto a China, que carga con un castigo del 104%.
“Tomamos nota del anuncio del presidente Trump. Queremos darle una oportunidad a las negociaciones”, expresó la líder europea en un comunicado oficial.
Von der Leyen también agradeció el gesto del republicano y fue más allá. Ofreció un acuerdo de “cero por cero” en materia arancelaria entre Washington y Bruselas. Aun así, envió un mensaje directo: la UE no baja la guardia.
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“Si las negociaciones no son satisfactorias, entrarán en vigor nuestras contramedidas”, advirtió, confirmando que el trabajo sobre nuevas represalias no se ha detenido.
UN GOLPE ESCALONADO
El paquete que Bruselas había preparado incluía tres tandas de contramedidas, con un impacto potencial de hasta 81.000 millones de euros anuales.
La primera fase, que debía entrar en vigor el 15 de abril, contemplaba gravámenes por 3.900 millones. Le seguirían una segunda ola el 16 de mayo por 13.500 millones y una tercera en diciembre, centrada en productos agrícolas como soja y almendras, por otros 3.500 millones.
Entre los bienes apuntados se encuentran maíz dulce, arroz, cigarros, muebles, aceites esenciales y calzado. La lista fue cuidadosamente diseñada para generar un impacto “proporcionado” en la economía norteamericana.
INSTRUMENTO ANTI-COERCIÓN
Algunas capitales europeas ya presionan para ir más allá, con el uso del instrumento anti-coerción, una herramienta legal que apunta directamente al sector servicios, especialmente a las grandes tecnológicas de Silicon Valley, cada vez más vigiladas en Bruselas por cuestiones de competencia y transparencia.
Los 27 Estados miembros, salvo Hungría, respaldaron esta estrategia durante la última reunión, aunque varios países, como Irlanda, buscaron excluir productos sensibles como el whisky bourbon, para evitar tensiones internas.
TRES MESES DE PAUSA
La cuenta regresiva ya comenzó. La UE tiene ahora 90 días para cerrar acuerdos o activar su arsenal en caso de que Estados Unidos vuelva a activar los aranceles.
El mensaje fue reforzado por el primer ministro polaco, Donald Tusk, quien llamó a aprovechar el plazo. “Mantener unas relaciones trasatlánticas estrechas es una responsabilidad común de europeos y estadounidenses, independientemente de las turbulencias temporales”.