En un acto militar realizado el lunes 2 de junio, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, lanzó una contundente advertencia a los diplomáticos acreditados en el país: «El que se trate de entrometer: ¡afuera!». La amenaza se produce en un contexto de creciente aislamiento internacional y represión interna bajo el régimen que comparte con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
EXPULSIONES DIPLOMÁTICAS
Esta no es la primera vez que Ortega recurre a la expulsión de diplomáticos como herramienta para silenciar críticas externas. En los últimos años, el régimen ha expulsado a varios embajadores, entre ellos:
- Breno de Souza, embajador de Brasil, en agosto de 2024, tras su ausencia en un acto oficial.
- María del Mar Fernández-Palacios, embajadora de España, a quien se le prohibió el regreso al país en 2021.
- Waldemar Stanisław Sommertag, nuncio apostólico del Vaticano, expulsado en 2022 por calificar a los opositores encarcelados como «presos políticos».
- Hugo Rodríguez, candidato propuesto por Estados Unidos para la embajada en Managua, rechazado en 2022 antes de asumir funciones.
Estas acciones reflejan una política sistemática de Ortega para aislar a Nicaragua de la comunidad internacional y consolidar su control interno.
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RESTRICCIONES A LA LABOR DIPLOMÁTICA
Además de las expulsiones, el régimen ha implementado medidas para restringir la labor de las misiones diplomáticas en Nicaragua. Se ha eliminado la figura del «decano diplomático», anteriormente ocupada por el nuncio apostólico, y se han impuesto limitaciones a la movilidad y actividades de los diplomáticos.
Fuentes cercanas a la Cancillería sandinista informan a medios internacionales que «Rosario Murillo vive llamando a los embajadores de Francia, Unión Europea y Alemania para increparlos» ante cualquier declaración o acción considerada «injerencista».
Estas medidas se enmarcan en un contexto de creciente autoritarismo por parte del régimen Ortega-Murillo. En los últimos meses, se han registrado arrestos de opositores, reformas constitucionales que consolidan el poder ejecutivo y la confiscación de propiedades religiosas.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el deterioro de la democracia y los derechos humanos en Nicaragua.
REPERCUSIONES INTERNACIONALES
La postura de Ortega ha generado tensiones con varios países y organismos internacionales. En noviembre de 2021, Nicaragua anunció su salida de la Organización de Estados Americanos (OEA), y en abril de 2022, el régimen expulsó a la organización del país.
Además, la Unión Europea ha renovado sanciones contra altos funcionarios del régimen, incluyendo a los hijos de Ortega y Murillo, en respuesta a las violaciones de derechos humanos y la represión de la oposición.