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Perú: Muere primera mujer por eutanasia

Editado de medios y agencias internacionales por Cristian Navarro H.

Ana Estrada, pionera del derecho a una muerte digna en Perú, fallece tras acceder a la eutanasia

Perú: Muere primera mujer por eutanasia

La psicóloga y activista por el derecho a una muerte digna, Ana Estrada, falleció el domingo 21 de abril, tras acceder a la eutanasia. Su partida, culminando una batalla de cuatro años para morir en sus propios términos, marca un hito en la lucha por este derecho en Perú.

Estrada, quien padecía polimiositis, una enfermedad sin cura que causa debilidad muscular había expresado su deseo de morir con dignidad durante años. Su caso judicial comenzó hace cuatro años y culminó con la aprobación del «Plan y Protocolo de Muerte Digna» por parte del Seguro Social de Salud (EsSalud), tras una decisión histórica del Poder Judicial en febrero de 2021, ratificada posteriormente por la Corte Suprema en julio de 2022.

 

 

Su abogada, Josefina Miró Quesada, confirmó que Estrada partió «conforme a su idea de dignidad.» «Ana partió agradecida con todas las personas que resonaron con su causa, apoyándola incondicionalmente y con amor en su lucha por una muerte digna», expresó Miró Quesada.

Un caso que marcó un precedente

La muerte de Estrada no solo cierra un capítulo en su vida, sino que también deja un legado duradero sobre el derecho a una muerte digna en Perú. Su caso marcó un precedente al reconocer por primera vez el derecho a morir con dignidad en el país, abriendo camino para futuros debates y legislaciones en este ámbito tan importante de los derechos humanos.

El proceso no estuvo exento de obstáculos. En febrero de 2023, una jueza se abstuvo de ejecutar la sentencia alegando razones de decoro. Sin embargo, la Defensoría del Pueblo intervino y el Poder Judicial finalmente ordenó a EsSalud y al Ministerio de Salud cumplir con la decisión de Estrada.

A pesar de los desafíos, Estrada nunca se rindió en su lucha por el derecho a una muerte digna. Su caso inspiró a muchos en Perú y en todo el mundo, y su legado continuará abriendo camino para que otros puedan morir en paz y con sus propios términos.

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